­La llegada del nuevo año traerá cambios en los valores catastrales de las viviendas de 26 municipios de la provincia de Málaga, una vez que el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó en los últimos días de 2017 la actualización del catastro y los coeficientes sobre los que ésta se realizará.

Las localidades que en la provincia de Málaga tendrán una revisión de sus valores catastrales a la baja son Almáchar, Alpandeire, Ardales, Atajate, Benadalid, Benalmádena, Benamargosa, Carratraca, Casarabonela, Casares, Cañete la Real, Colmenar, Cortes de la Frontera, Genalguacil, Guaro, Igualeja, Macharaviaya, Manilva, Marbella, Moclinejo, Ojén, Pizarra, Pujerra, Riogordo, Valle de Abdalajís y Villanueva de Algaidas. Todos estos municipios habían realizado su última revisión catastral en el periodo comprendido entre 2005 y 2012, es decir, en los años en los que se produjo el boom económico y de la construcción, que elevó esos valores, que ahora se verán reducidos.

Dependiendo del año de esa anterior revisión, el coeficiente de actualización se moverá entre el 0,96, que se aplicará a los bienes inmuebles de entre 2005 y 2010, al 0,91, para los del año 2012. Ello quiere decir que una vivienda valorada en 2005, por ejemplo, en 200.000 euros pasaría ahora a estarlo en algo más de 198.000 euros.

En el caso contrario se encontrarán aquellos inmuebles de municipios cuyos valores catastrales hubieran sido revisados en periodos anteriores a 2012. En la provincia ese es el caso de Periana, Nerja, Fuente de Piedra, Benahavís y Alcaucín. En estas localidades el coeficiente de actualización catastral se moverá entre el 1,03 y el 1,08, dependiendo del año, lo que supone un aumento del valor de los bienes inmuebles. Benahavís es el pueblo que llevaba más tiempo sin revisión, siendo la última en 1996, mientras que la más cercana es la de Nerja, que lo revisó en el año 2003.

Estos valores catastrales son los que los ayuntamientos utilizan para determinar el coste del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), por lo que esta tasa podría subir en aquellos donde la revisión se ha hecho al alza o bajar en los que se ha reducido, siempre que así lo aprueben finalmente los ayuntamientos, que son los que tienen que tomar la medida. También se usa para otros conceptos, como las plusvalías, e incluso el de sucesiones.

A nivel nacional, son casi 1.300 municipios españoles los que actualizarán este año los valores del catastro al alza, mientras que en otro medio millar se hará a la baja. Estas revisiones se realizan cada año y el BOE publica tanto la relación de municipios en los que se aplica, como el decreto ley que aprueba esa actualización de los valores.

El año pasado, como ya publicó este periódico, fueron treinta municipios de la provincia los que modificaron sus valores, seis de ellos al alza y el resto a la baja. Precisamente fue en 2017 cuando el Gobierno central anunció que estaba trabajando para que el valor catastral fuera más fácil de actualizar y también de medir, dado lo cambiante del mercado inmobiliario en estos últimos años de crisis económica. Así, la Dirección General del Catastro, dependiente de Hacienda, ya contemplaba esta modificación en sus objetivos para 2017.«Se hace necesario acometer una reforma de los sistemas de valoración buscando su simplificación y flexibilidad, para conseguir conocer cuál es el valor de mercado de los inmuebles, valor que sea la base de una política tributaria más justa», indicaba el pasado ejercicio el Catastro en su memoria de objetivos anuales.