Entre los asuntos sin resolver que presenta la sanidad malagueña está la falta de facultativos que habrá en un plazo de entre 8 y 10 años ya que el 40 por ciento de la plantilla actual se habrá jubilado. Sin embargo, la provincia ya presenta dificultades en algunas especialidades y zonas territoriales y los médicos de familia, pediatras y anestesistas son los puestos menos atractivos para cubrir en los hospitales comarcales.

Para ello, el Servicio Andaluz de Salud y los sindicatos (UGT, CCOO, Sindicato Médico, CSIF y Satse) se reunieron ayer en Sevilla con el fin de proponer medidas motivadoras para que los facultativos opten por hacer su carrera en aquellos lugares que presentan déficit en algunas especialidades. En Málaga, las que más dificultades presentan en términos generales son los médicos de familia, anestesistas y pediatras, una especialidad que en muchos casos están cubriendo los médicos de familia, según informó UGT.

Los hospitales comarcales y las zonas de interior son las que más dificultades presentas para cubrir algunos puestos. En el caso de la Serranía de Ronda, están sin cubrir puestos de médicos de familia y en verano quedan libres plazas de Enfermería. Solo el año pasado la bolsa de empleo se agotó y las plazas no estaban cubiertas, según apuntó el sindicato. En la zona de la Axarquía hacen falta en estos momentos médicos de familia para Urgencias, anestesistas, pediatras y radiólogos. En el caso de Antequera, también necesitan médicos de familia, anestesistas y hay puestos disponibles dentro de Cirugía y Dermatología. Radiología está cubierta pero en caso de necesitar alguno por baja o imprevisto, no cuentan con ninguno en la bolsa. Un problema difícil de solucionar en estos momentos y que plantea un horizonte complejo a la vuelta de diez años cuando 4 de cada 10 médicos se haya jubilado. El dato es extrapolable a la región andaluza al completo, según informó UGT.

Entre las medidas que presentan los sindicatos para paliar el problema de los hospitales comarcales está mejorar las condiciones laborales en términos económicos y laborales. Contratos de mayor duración podrían incentivar a los facultativos para que opten por estos destinos.

Otra de las grandes medidas sobre la mesa es crear un concurso abierto y permanente, una iniciativa a través de la cual se adjudicarían plazas según la antigüedad que lleva el empleado trabajando. Esta fórmula se eliminó hace años pero en los 90 aún se realizaba entre el personal de Enfermería, según indicó el sindicato. Una forma de valorar los servicios prestados en concepto de antigüedad pero que no debe afectar de manera negativa al resto de profesionales. «Es un problema muy complejo y difícil de solucionar», sentenciaron.

Sin llegar a un consenso sobre las posibles medidas para llevar a cabo, la mesa vuelve a reunirse este mes para continuar trazando una ruta de actuación.