La sequía ya afecta a la supervivencia de especies clave en Málaga

Que Málaga está en riesgo por falta de agua, no es ninguna novedad. La escasez de lluvia está obligando a las ciudades a reducir la presión del agua y a establecer restricciones, mientras que la agricultura solicita desaladoras para no ver morir sus cosechas. Además, el impacto de la sequía está afectando de manera negativa a la biodiversidad.

Como consecuencia, la sequía está afectando a la supervivencia de poblaciones más vulnerables de anfibios en Málaga, y a los ecosistemas en los que se reproducen

En este contexto, investigadores de la Universidad de Málaga (UMA) han confirmado que la falta de precipitaciones afecta a la reproducción del sapo de espuela (Pelobates cultriples), una especie de anfibio en declive en Andalucía.

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La investigación se ha llevado a cabo en la finca Cizaña, en Málaga, donde se ha analizado una de las últimas poblaciones urbanas costeras de esta especie en su periodo de reproducción durante el ciclo hidrológico 2021-2022. Algo que ha continuado agravando durante 2023: “Este año es aún peor la situación”, alerta el Dr. David Romero, profesor de Zoología de la UMA y uno de los autores de este estudio.

A pesar de la capacidad y "plasticidad en la reproducción" de este anfibio para adaptarse al ecosistema, como reducir la duración de su fase larvaria, “el aumento de las temperaturas y disminución de las precipitaciones está dándose a mayor velocidad de lo esperado”, por lo que si este tipo de eventos extremos puntuales, se vuelven una tendencia, podrían sobrepasar capacidades de adaptación de estas especies: "El problema irá a peor. De terminar el ciclo hidrológico actual como va, sería el tercer periodo hidrológico registrado en el que esta especie no logra reproducirse", alerta el Dr. Romero.

“Este año es aún peor la situación”, alerta el Dr. David Romero, profesor de Zoología de la UMA y uno de los autores de este estudio.

Hacer del agua un recurso infinito

Las consecuencias de la sequía no solo afectan a los anfibios, sino también a otros invertebrados, como las libélulas

Extinciones locales

Los expertos confirman, por tanto, la interrupción de la reproducción de la especie en la población estudiada en Málaga y advierten de que, de no tratarse de un fenómeno puntual, podría ser una alerta temprana de cambios globales en ecosistemas del Mediterráneo: "Trabajos anteriores ya mostraron que esta especie está en declive a nivel global y, también, en la provincia de Málaga, con extinciones locales que avanzan rápido", afirma David Romero.

El experto explica que, precisamente, los nuevos hallazgos ponen en evidencia que en este tipo de sapo la metamorfosis, proceso biológico por el cual una larva se desarrolla hasta el estado de adulto, puede acelerarse . 

Asimismo, señala que, en muchos casos, ante la reducción observada de menos de 80 días con agua en el periodo estudiado, 40 con presencia de larvas, la mayoría ni siquiera tuvieron tiempo de completarla.

Las consecuencias de la sequía no solo afectan a los anfibios, sino también a otros invertebrados, como las libélulas: "Se están viendo afectados también mamíferos que van a beber a este tipo de charcas y las encuentran sin agua. También aves migratorias procedentes de África, están cambiando sus ciclos migratorios. Esto afecta a toda la biodiversidad, en distinto grado. Por ejemplo, hay plantas o árboles que florecen antes, como los almendros, porque las temperaturas aumentan más de la media habitual en estas fechas, pero la disminución de temperaturas unos días más tarde, hacen que los nuevos brotes mueran".

Papel clave en los ecosistemas

Asimismo, el científico del grupo de Biogeografía, Diversidad y Conservación de la Universidad de Málaga destaca el papel clave en los ecosistemas que desempeñan los anfibios.

Como ejemplo, explica su relación con los insectos, una línea de estudio en la que actualmente trabaja con el investigador también de la UMA Raúl Arroyo: "Mientras que los mosquitos se adaptan y propagan en condiciones extremas, las especies de anfibios, que en sus distintas fases se alimentan de estos, tienden a extinguirse, lo que podría conllevar a un aumento de las poblaciones de mosquitos, y de forma secundaria, de la facilidad de transmisión de enfermedades zoonóticas, es decir entre animales y seres humanos", asegura.

Con todo, el Dr. Romero insiste en la necesidad de continuar con la investigación y de mejorar el seguimiento de estas poblaciones aisladas de anfibios. Junto al científico de la UMA, otros autores de este estudio son el estudiante Raúl Arroyo y el catedrático de Zoología Raimundo Real, ambos de la Universidad de Málaga, además del profesor de la Universidad de Córdoba Ricardo Reques.