Crónicas de la ciudad

El parque nacido de la movilización vecinal

En los años 70 los vecinos se movilizaron para que no se emplazara en una gran parcela un barrio de casas prefabricadas. Hoy es el Parque de Santa María Goretti

Un rincón del Parque de Santa María Goretti, esta semana.

Un rincón del Parque de Santa María Goretti, esta semana. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El Parque de Santa María Goretti, frente a la parroquia del mismo nombre, tiene detrás una curiosa historia anterior a la construcción en 1981 de esta iglesia de aires modernos, entre la barriada del Carmen y el Tiro de Pichón y a un tiro de piedra de Barbarela.

La parroquia de Santa María Goretti.

La parroquia de Santa María Goretti. / A.V.

Da a la calle Corregidor Francisco de Bobadilla y como esta semana recuerda el veterano dirigente vecinal de la Federación Solidaridad Rafael Martin, nacieron de una movilización vecinal con la recién estrenada Democracia.

El dirigente vecinal Rafael Martín, delante del Parque Santa María Goretti, esta semana.

El dirigente vecinal de Solidaridad, Rafael Martín, delante del Parque Santa María Goretti, esta semana. / A.V.

Como señala, correría el año 77, aproximadamente y los vecinos comprobaron que en una amplia parcela, en la que tenían la intención de que acogiera con los años un parque y una guardería, habían instalado una hilera de casas prefabricadas, procedentes de la Huerta del Correo, cerca de la actual barriada de Cortijo Alto.

Se trataban inicialmente de unas chabolas junto a la Carretera de Campanillas, luego convertidas en casas prefabricadas. El nombre lo tomaban de la gran finca que había en en el entorno, hoy polígono industrial del mismo nombre, de la que, explica un experto, sólo queda un gran ficus en el parque de bomberos de Teatinos (calle Isolda).

El ficus superviviente de la hacienda de la Huerta del Correo, junto al parque de Bomberos de calle Isolda.

El ficus superviviente de la hacienda de la Huerta del Correo, junto al parque de Bomberos de calle Isolda. / G.M.

La promesa de las autoridades de que la permanencia de las casa prefabricadas sería solo temporal no convenció a los vecinos, que se concentraron a centenares e incluso hicieron una gran fogata en el solar para parar las obras.

Como recuerda Rafael, fue al Gobierno Civil a trasladar el malestar del barrio, mientras los vecinos seguían haciendo guardia en la parcela. Al final, tras mucho tira y afloja, regresó con un papel firmado por el gobernador que les aseguraba que las casas prefabricadas se trasladarían a otro emplazamiento. Eso sí, hubo que pagar entre todos el parabrisas de una excavadora, roto de una pedrada por una vecina enfadada, cuenta Rafael.

La zona de pinos del Parque de Santa María Goretti. Los vecinos piden más control de las procesionarias.

La zona de pinos del Parque de Santa María Goretti. Los vecinos piden más control de las procesionarias. / A.V.

Así, pudo nacer sin contratiempos en la década siguiente esta zona verde que finalmente, como deja constancia un monolito, está dedicada a Santa María Goretti, aunque en su gestación tuvieron mucho que ver los vecinos del entorno, que entendieron que, en el lenguaje administrativo, una instalación «temporal» aspiraba a la eternidad, como ocurre con las infraviviendas temporales de Los Asperones, que tienen a nuestros políticos en la luna de Valencia porque pronto la ‘temporalidad’ cumplirá 40 años.

El parque de Santa María Goretti, con ficus y pinos, es un remanso de paz y sombra, aunque los vecinos querrían que hubiera más control de las procesionarias.

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