Según el subdelegado, que hoy participó en una campaña para informar sobre el agua desalada en Málaga, "ya está muy avanzado todo el procedimiento", y solo hay que esperar "a que termine el trámite y empiecen las obras".

El diputado socialista Miguel Ángel Heredia recordó además que se cumplen así los plazos del Ministerio de Medio Ambiente, ya que según dijo, éste se comprometió a dar comienzo a las obras este año y a que el periodo de pruebas comenzara "en torno a 2008".

López Luna destacó que con las aportaciones actuales y las que van a entrar en funcionamiento en poco tiempo, "está garantizado el suministro de agua" para la Costa del Sol, ya que la desalinizadora de Marbella -la primera del litoral malagueño- abastece anualmente con 20 hectómetros cúbicos, cifra que igualará la futura planta de Mijas.

Asimismo señaló que "hay que pensar que el abastecimiento humano no es sólo a través del agua desalada", sino que esta nueva práctica es un complemento a las fuentes tradicionales, como los embalses y las aguas subterráneas, pero que con estos tres recursos está "garantizado" el suministro para la provincia.

"Eso no quiere decir que no se prevean más actuaciones", indicó López Luna, que hizo referencia a un proyecto que prevé el recrecimiento del embalse de la presa del Río Verde, "con lo cual habría más garantías".

Además, señaló la importancia del agua desalada, porque con ella se puede dedicar el agua que se utilizaba antes para el consumo humano, "para los regadíos, que también son una fuente muy importante para la provincia".

La planta de Mijas supondrá una inversión de 59 millones de euros y tendrá una capacidad de 50.000 metros cúbicos de agua al día, y se ubicará sobre una parcela de cultivos a 50 metros del río Fuengirola, con un caudal continuo de 578 litros por segundo y una producción anual de casi 20.000 hectómetros cúbicos.

El proyecto incluye las obras de toma de agua del mar -a través de un cauce que pasará por Fuengirola-, el sistema de evacuación de la salmuera y la construcción de los canales de distribución del producto resultante.

El agua llegará a la planta mediante bombeo, donde recibirá un tratamiento físico-químico con ósmosis inversa y será enviado a los conductos principales de la Costa del Sol occidental.

El equipamiento de la primera fase prevé que funcionen cinco líneas, además de una de reserva, y se podrá ampliar en un futuro en una segunda fase que ampliará la capacidad de la producción hasta los 100.000 metros cúbicos al día.