En un comunicado, el comité de empresa de Comes exigió eliminar los tres cortes de jornadas que tienen a diario ya que, según explicaron, suponen "una dedicación de trabajo de doce horas cada día". También reclaman que el cómputo de la jornada mínima pase a ser de seis horas y la máxima, de nueve, así como que toda la plantilla cobre un plus "de complemento" que en la actualidad sólo perciben los trabajadores con contrato fijo de más antigüedad.

Igualmente expusieron que, después de la decisión de la compañía de negociar con el comité sólo tres de los 335 puntos que recoge el convenio, iniciarán las mencionadas medidas de presión con el cumplimiento "escrupuloso" de la normativa de descansos --jornada laboral y tiempos de conducción efectivos-- según la Ley de Transportes.

Al hilo, los trabajadores acusaron a Comes de "enquistar" la negociación y de "incumplir" la norma en materia de descansos de manera que, el hecho de "parar el autobús cuando haya que pararlo", afectará al servicio "de manera considerable", según los empleados.

Del mismo modo, la plantilla acordó respetar "obligatoriamente" el descanso de los días previstos durante la semana, cumplir con los descansos entre jornada y jornada, y no atender a ningún trabajo extraordinario. Por ello, no responderán al teléfono cuando la empresa les reclame a través de los móviles o fijos personales.

La asamblea aprobó por mayoría que, si estas medidas no hacen efecto, el comité de empresa se reunirá en breve para confeccionar un borrador de calendario con las acciones sindicales que realizarán, tales como concentraciones, manifestaciones o huelgas.

Las movilizaciones más recientes por el último convenio negociado, llevadas a cabo en el año 2003, afectaron "severamente" a la Bahía de Cádiz y a la mayoría de municipios gaditanos en los que no hay tren, aparte de a las líneas que tiene en Sevilla, Málaga y Granada. Los empleados llevaron a cabo una huelga indefinida de 19 días y una acampada frente a la Subdelegación del Gobierno en Cádiz.