Sebastián Viberti no sólo vive en la memoria del malaguismo. Aunque el mito murió en su país con la mente puesta en Málaga y no cumplió su deseo de poder trabajar y aportar sus conocimientos al club que le hizo eterno, en Argentina también lloran al «5». Viberti, antes de jugar en España, tuvo un hueco importante en el fútbol de su país, en concreto en Huracán de Buenos Aires. Por eso ayer, el club capitalino quiso homenajearle y rendirle tributo.

El presidente de Huracán, Alejandro Nadur, junto al vicepresidente de la entidad, Luis Sasso, le hicieron entrega de una «plaqueta» y una camiseta con el dorsal número «5» a Martín Viberti, hijo del malogrado exblanquiazul.

El sencillo y emotivo acto se celebró en los prolegómenos del encuentro que disputaron ayer en Buenos Aires Huracán y Ferrocaril Oeste, en el estadio Tomás Adolfo Ducó, y fue fuertemente ovacionado por los 20.000 hinchas presentes. Tras la entrega de la placa y la camiseta se guardó un respetuoso minuto de silencio antes del inicio. Además, los jugadores del conjunto local portaron brazaletes negros en señal de luto y, al igual que hiciera el Málaga la pasada semana ante el Valencia, también le brindaron el triunfo al ídolo perdido: 1-0. El tanto lo anotó Vega en el minuto 52.

Huracán, conocido como el «sexto grande» del fútbol argentino, no está en su mejor momento. Ha descendido a la Segunda División argentina (Nacional B), y ahora trata de regresar a al elite.

Viberti inició su carrera en San Lorenzo de Córdoba, su ciudad natal. Después triunfó en Huracán, club que ayer le rindió tributo y que le sirvió al exfutbolista como trampolín para vestir la camiseta de la selección argentina en 1963. Después vino su etapa en Málaga, donde se convirtió en uno de los futbolistas de referencia de la entidad de Martiricos.

Con el «5» a la espalda, Viberti ha sido un icono para todo el malaguismo y su muerte, el sábado de la pasada semana en su Córdoba natal, ha sido llorada en el fútbol malacitano. A los 68 años, un problema coronario puso fin a la vida de Viberti.

El propio Martín, que ayer recibió la placa y la camiseta de su padre en Huracán, recordaba esta semana en La Opinión, donde fue columnista los años que vivió en Málaga, la tremenda añoranza que Viberti sentía por volver a la ciudad para poder desempeñar algún cargo en el club. Martín también agradeció las muchas y sentidas muestras de cariño llegadas desde Málaga.