El Málaga CF como puente entre dos empresarios. Ése parece ser el vínculo de unión entre el propietario del equipo de fútbol de la ciudad, el jeque Abdullah Bin Nasser Al Thani, y el dueño del holding hotelero BlueBay, Jamal Satli Iglesias. El club va a recibir, tal y como viene informado La Opinión desde la pasada semana, una importante inyección económica a través de esponsorización y entrada en el accionariado de BlueBay. En concreto, la primera cifra que se ha puesto sobre la mesa es un montante de 30 millones de euros, como ayer se informó en estas mismas páginas. Una primera inyección que se realizará antes del verano y que permitirá que cuadren las cuentas de Martiricos, una vez que la balanza de ingresos y gastos sigue deparando números rojos, a pesar de los pingües beneficios de la Champions y la venta de jugadores: Cazorla, Rondón, Monreal...

Las elevadas fichas del cuerpo técnico y de las principales figuras del equipo o los gastos de cantera, hacen inviable el club tal y como hoy en día subsiste. Y ante la negativa de Al Thani de poner ingentes cifras a fondo perdido se han buscado otras fuentes de ingresos. Emisarios del jeque se han reunido con Jamal Satli Iglesias y su holding de BlueBay, con complejos hoteleros en España y el Caribe, y se ha llegado a un acuerdo empresarial.

BlueBay será el patrocinador principal del equipo costasoleño para la próxima temporada, quedando la imagen de Unesco reducida a otro tipo de publicidad, bien en un lugar menos visible de la equipación, más en el estadio y la web del club. Además, Iglesias va a entrar en el accionariado de la entidad, quedándose con un importante número de acciones que, al parecer, rondarán el 49 por ciento. Al Thani seguiría manteniendo el control del club, ya que se quedaría con el paquete mayoritario.

Al mismo tiempo, el jeque va a introducir en Catar y otros emiratos de Oriente Próximo a BlueBay, para que la sociedad, que en su génesis era partícipe de la ya desestructurada Marsans, pueda edificar, construir y explotar complejos residenciales y hoteleros. Un negocio para ambos que permitirá al jeque cerrar el grifo de las pérdidas en Málaga y a BlueBay invertir en el equipo de fútbol para, a largo plazo, conseguir grandes contratos en un mercado que ni sabe ni entiende de crisis y problemas económicos.

Jamal Satli Iglesias es un empresario de origen libanés y de madre asturiana muy bien relacionado y que tiene su centro de operaciones en Marbella. Las primeras cantidades que va a aportar al club está en torno a los 30 millones de euros, cantidad que provocará que el ambicioso proyecto malaguista siga en pie. No con la grandeza que se atisbaba cuando el jeque envió a Abdullah Ghubn y sus aires de grandezas, sino algo más moderada, cuadrando cuentas y tratando de que se generen más recursos propios.

El nombre de BlueBay apareció por primera vez en escena a principios de este mes, en Radio Intereconomía, de la mano de Javier Martín. La Opinión, tras contrastar todas las fuentes a su alcance durante estas semanas, avanzó el pasado jueves 21 de marzo un acuerdo próximo de patrocinio y la negociación para entrar en el accionariado, más la aportación de una primera dotación de 30 millones.