Tras los últimos acontecimientos acaecidos en torno a la negociación entre el Málaga CF y Guillermo Ochoa, continúa el compás de espera para saber si el mexicano se convertirá en nuevo guardameta del conjunto blanquiazul en los próximos días o si se descarta la opción del «Memo» y se busca otro guardameta de un perfil más bajo.

Lo cierto es que las posturas entre el Málaga y el guardameta son hoy más cercanas que hace semanas, cuando desde las oficinas de Martiricos veían inviable el fichaje del mexicano. Ahora, que Ochoa ha elegido jugar en la Liga Española, el conjunto costasoleño es el que más le atrae y el que mejor proyecto le ha brindado.

Así las cosas, el principal escollo para la contratación de Ochoa es su condición actual de extracomunitario. El Málaga cuenta en plantilla con tres «extranjeros» -Weligton, Roberto Rosales y Roberto Chen-, pero el panameño se le va a dar salida en calidad de cedido para que adquiera experiencia en un equipo europeo. Con el préstamo del central centroamericano se liberaría una ficha de extracomunitario, pero el Málaga prefiere no quemar esa nave con el portero y guardar esa plaza para el posible fichaje de un delantero centro, que también necesita el Málaga como el comer.

Esa sería la idea del conjunto blanquiazul, por lo que espera a que Ochoa agilice, si es posible, los trámites burocráticos para adquirir la nacionalidad francesa y lanzarse a por el fichaje del mexicano.

Ochoa ya ha dejado claro que quiere ser titular en el equipo al que finalmente decida ir. Su caché aumentó exponencialmente tras la disputa del Mundial de Brasil, donde fue uno de los tres mejores guardametas junto a Manuel Neuer (Alemania) y Keylor Navas (Costa Rica).

El primer contacto entre Ochoa y emisarios malaguistas se produjo a principios de semana en Barcelona, como desveló As, y las posturas entre ambas partes son cercanas. La cuestión económica parece que no será un problema, ya que Ochoa prefiere valorar más el proyecto deportivo y el hecho de jugar en España, antes que un megacontrato en un equipo que no le garantice la titularidad, que aquí tendrá que «jugarse» con el camerunés Carlos Kameni.