Marbella despegará en 2015. El tiempo que tarde en remodelarse el puerto pesquero y deportivo de La Bajadilla. Las obras comenzarán a comienzos del próximo año y se prolongarán durante tres aunque inicialmente el plazo de ejecución está calculado en cuatro. La concesionaria aspira a acelerar y calcula otros tres años más para concluir todo el área comercial y de ocio que rodeará a la futura instalación portuaria.

«El 100% de los trabajos serán desarrollados por empresas españolas», adelantó ayer Abdullah Ghubn. Es el representante del grupo empresarial y mano derecha del jeque catarí propietario del Málaga Club de Fútbol, Abdullah Al-Thani. Tiene previsto invertir 400 millones de euros en sacar adelante el proyecto. Solo 84 de ellos irán destinados a reformar la instalación costera.

Su sociedad limitada, Nasir Bin Abdullah and Sons, y el Ayuntamiento de Marbella, a través de la sociedad gestora del Puerto Deportivo, forman la unión temporal del empresas que resultó concesionaria del proyecto de construcción y explotación.

Un nuevo eje en el este

La nueva Bajadilla, que dibujan las firmas Berenguer Ingenieros, Axel Logis y el estudio de arquitectura Seguí, apuestan por convertirla en «el Banús del siglo XXI», indicó ayer el arquitecto José Seguí durante la presentación del proyecto, en una rueda de prensa que se celebró en el hotel Puente Romano, pero en la que no permitieron hacer preguntas.

Si Puerto Banús fue el foco de atracción del turismo y fuente de ingresos de la Marbella del pasado siglo. En este, lo será La Bajadilla. Asimismo, se garantiza el equilibrio económico de la costa. Banús permanece como símbolo en el oeste y La Bajadilla resurge en el litoral este de la ciudad.

Sus creadores calculan que su construcción creará 500 empleos. Su explotación elevará la cifra a los 1.500 trabajadores directamente vinculados a su desarrollo. Serán 3.000 en total indirectamente.

El diseño del nuevo recinto portuario es circular. «No es caprichoso», detalló Seguí. Este modelo encaja con el medio y supondrá una transición suave entre la zona marítima y la terrestre, argumentó. «Buscamos la máxima funcionalidad y capacidad del puerto, que queremos que sea un puerto de futuro», añadió.

El equipamiento dispondrá de espacio para 1.221 embarcaciones de recreo. De ellas, 858 serán yates; 3, buques de crucero; 2, megayates de 125 metros de eslora, y una estará prevista para amarrar una embarcación de 170. Un total de 860 podrán quedar a flote y otras 360, en marina seca.

El proyecto respeta la zona pesquera del puerto marbellí. Aunque la reconstruirá desde cero. El nuevo espacio circular integra 45.000 metros cuadrados de zona comercial y ocio, con hotel de cinco estrellas y 200 camas incluido.

La instalación dispondrá de mas de mil aparcamientos, estará conectada por dos viales de acceso y será el emblema de la nueva Marbella que pugna por ser el referente del turismo mundial.