A veces, el ataque puede ser la mejor defensa. No sólo aplicable al fútbol, ahora la marca italiana ha vuelto a demostrar este paradigma con la presentación oficial del Alfa Romeo Giulia. Como una especie de liberación, ha vuelto llamar la atención entre la su fiel comunidad de seguidores que llevan décadas jurando bandera a Alfa Romeo, desde que el primero saliera de las líneas de montaje en 1910. Bajo los focos, el Grupo Nieto Adame sacó a relucir el Giulia, un sedán deportivo que no ahorra en los conocidos atributos, en una presentación que tuvo lugar en las instalaciones de Fimálaga, concesionario responsable de distribuir la marca en Málaga y en la provincia.

Pasión e identidad propia son los criterios punteros a la hora de elegir un vehículo. Pero el sector del automóvil sugiere cada vez más un panorama equitativo e igualitario. La industria lanza a las carreteras sus productos fríos y tecnocraticos. Seguros y confortables, eso por descontado, pero a falta de emociones. Los coches se han convertido, si uno quiere, en productos de menaje sobre ruedas que te separan del mundo. "¿Qué hay que sentir para volver a conducir?", parece gritar el Giulia que, como es habitual, rompiendo moldes.

Una primera mirada al vehículo, con sus acentos marcados, refleja que el Giulia lleva esculpido cada detalle para crear un poderoso diseño que realza sus prestaciones. La aerodinámica está marcada por un diseño nunca visto, hasta en la propia idiosincrasia de Alfa Romeo, tan dada a evocar a los espíritus más puristas. El Giulia, luce incluso mejor en la segunda mirada y se balancea entre esas citas que hace referencia a su propia historia y a esa parte trasera del chasis con un toque asiático. O, siendo más generoso, incluso recuerda ligeramente a un Maserati.

En cuanto a los modelos disponibles desde ya en el concesionario de Fimálaga, la gama incluye tres niveles de acabado que se dividen en Giulia, Super y Quadrifoglio, además de motores para todos los gustos: Diésel de 2.2 litros y 136, 150 CV ó 180 CV combinado con una caja de cambios manual de 6 velocidades o con una transmisión automática de 8 velocidades (salvo el 136 cv, que sólo podrá montar caja manual de 6 velocidades); y gasolina 2.9 litros V6 bi-turbo de 510 CV con caja de cambios manual de 6 velocidades.

Dicen los fanáticos de Alfa que se trata de una marca inmortal. El Giulia, desde luego apunto a contribuir a esta concepción intemporal de la marca que predican sus más fieles.