Si se continuara construyendo al ritmo actual, y dado que en España hay más de tres millones de viviendas vacías, podría darse la circunstancia de que en algunas ciudades llegara a haber más casas que habitantes. Pero si además siguieran subiendo los precios de tal modo que no hubiera manera humana de pagarlas (creo que a eso ya hemos llegado), no sería raro que la gente durmiera e hiciera su vida en las calles. Las casas se erguirían como decorados sin alma. Puede parecer una novela de ciencia ficción, pero lo malo de las historias de ciencia ficción es que acaban sucediendo. A lo mejor ya ha comenzado a suceder. Tres millones de casas vacías son demasiadas casas sin alma.

Imaginen, para comprender el absurdo al que estamos llegando, que el precio de los automóviles subiera el quince o el veinte por ciento cada año. La gente compraría automóviles y los tendría sin usar en medio de la calle (no habría garajes para todos). En seguida, los espacios públicos de las ciudades se llenarían de millones y millones de coches inútiles, porque habrían dejado de ser un bien de uso para convertirse en un bien especulativo. Las bandas de malhechores blanquearían el dinero procedente de sus crímenes con la fabricación de automóviles, del mismo modo que ahora utilizan el negocio de la construcción. El caos, en las calles, alcanzaría tal extremo que las autoridades prohibirían comprar coches que no se utilizasen. Seguramente sólo nos permitían tener uno o dos por individuo o por grupo familiar. ¿Por qué no se ha llegado a esa solución con las viviendas? Misterio.

De todos modos, en la circunstancia desesperada descrita en las primeras líneas, llegaría un momento en el que los habitantes de las ciudades tomarían las casas al asalto. La Tercera Guerra Mundial puede empezar de este modo local. Pero quien habla de viviendas vacías, habla de dinero vacío. ¿Cuánto dinero improductivo, ocioso, circula hoy por el mundo mientras las poblaciones del Tercer Mundo perecen de hambre o sed? ¿Cuánto tardarán en ocupar ese dinero los parias de la Tierra? Viendo lo que ocurre estos días en Bolivia, donde el modelo neoliberal se ha ido al carajo, quizá haya comenzado esa ocupación.