Dos días después de su elección, Ahmadinayad dio su primera rueda de prensa, en la que defendió el programa nuclear iraní, que dijo que usará para fines pacíficos como la generación de electricidad.

El presidente electo de Irán, el ultraconservador Mahmud Ahmadinayad, anuncio ayer, tras su victoria electoral del pasado viernes, que la paz y la moderación guiarán la acción de su gobierno, al tiempo que advirtió de que seguirá con el desarrollo del programa nuclear con fines pacíficos.

"Será un gobierno de la moderación, que rechazará el extremismo (...) un gobierno para los setenta millones de iraníes, basado en la paz y la convivencia", dijo Ahmadinayad ante decenas de reporteros que esperaban sus primeras declaraciones.

Al ser preguntado sobre el programa nuclear de Irán, Ahmadinayad afirmó que su país proseguirá con sus planes de desarrollo de la energía atómica, si bien insistió en que sus fines son pacíficos. "Nuestra energía nuclear es fruto del propio esfuerzo de los iraníes. Continuaremos con esa tecnología con fines pacíficos para utilizarla en la generación de electricidad, además de para objetivos médicos y agrícolas", precisó.

Ahmadinayad anunció que su país mantendrá en ese sentido sus negociaciones con la UE para esclarecer la naturaleza de los programas nucleares iraníes y tratar de llegar a un acuerdo definitivo. "Pero este dialogo debe ser mutuo y nosotros vamos a defender los derechos de Irán", subrayó.

Así, Ahmadinayad recalcó que Irán continuará con el programa nuclear, actualmente paralizado mientras se negocia con la UE.

Estrategia. Estas primeras declaraciones a la prensa de Ahmadinayad como presidente electo iraní parecen tener el propósito de calmar a la comunidad internacional, que tras su victoria electoral del viernes había expresado su preocupación por atribuirle un perfil ultraconservador.

El presidente electo iraní también aludió a la necesidad de preservar el respeto mutuo cuando fue preguntado sobre las relaciones que mantendrá con Estados Unidos, que acusa al régimen de Teherán de intentar acceder al armamento atómico y con el que no tiene relaciones diplomáticas desde el triunfo de la Revolución Islámica, en 1979.

Reacción. Por su parte, el presidente del Estado de Israel, Moshé Katsav, afirmó ayer que el programa nuclear de Irán debe ser llevado al Consejo de Seguridad de la ONU porque las tácticas reconciliadoras no ayudarán a resolver el problema, menos aún después de las últimas elecciones.

El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Silvan Shalom, fue más allá y tildó la elección de Mahmoud Ahmadinayad como la elección de un nuevo líder "antidemocrático de la línea dura", al tiempo que pidió el aislamiento del régimen islámico iraní por parte de la comunidad internacional.