Se ha hecho rápido, mal y a medias, en opinión de los técnicos. La transición de la era analógica a la digital, con la consecuente adaptación a la televisión digital terrestre (TDT), no termina con la compra de un descodificador. Estos 30 euros son el principio de un mayor desembolso.

"Viene una segunda revolución que, a la mayoría de los usuarios, les obligará a transformar toda su instalación", advirtió el presidente de la Asociación Andaluza de Ingenieros Técnicos de Telecomunicación, Andrés Mira.

No tardará mucho. No en vano, los televidentes echan en falta la anunciada interactividad. Para ello, deberá producirse una reestructuración de canales. No obstante, paciencia. "El estándar de interactividad aún no está admitido por el Estado. De hecho, no saben cuál van a elegir", añadió este técnico, que ayer pasó por el congreso Marbella Tecnológica, en el Palacio de Ferias de la ciudad.

Inversión. La readaptación a la TDT no saldrá gratis. La instalación interior está obsoleta. Tan sólo se ha cambiado lo más esencial, de acuerdo con Mira. "La mayoría de los edificios no están preparados para los futuros cambios".

El colectivo andaluz de ingenieros cree que ha faltado previsión por parte de la administración pública. "Los técnicos éramos partidarios de un aplazamiento mayor, una adaptación con más tiempo", insistió.

Su presidente está convencido de que la TDT, la interactividad y la televisión de alta definición podrían haber llegado a los hogares a la vez, por el mismo camino, pero paso a paso.

Los problemas existentes en la actualidad no son una casualidad. Los televisores padecen interferencias y, en algunas zonas, ni siquiera sintonizan. Ha faltado un estudio previo sobre la cobertura de los reemisores de la televisión analógica, según Mira.

Esas frecuencias de antaño quedan abandonadas. "Aún no se ha previsto qué hacer con ellas, aunque parece que también se emplearán para televisión", avanzó. Un error, en su opinión.

Existe una posibilidad mejor. Podrían ser utilizadas "para favorecer el acceso a la sociedad del conocimiento a todos los hogares de forma barata". A través de estas ondas, se puede implantar internet de banda ancha, entre otros servicios. Pero siempre hay a quien no le interesa.