Después de varios minutos de interminable negociación y numerosos tiras y aflojas, el esperado trato finalmente llega con un fuerte apretón de manos entre los dos ganaderos. Ambos quedan satisfechos con el intercambio. De una parte, Manuel González, que obtiene una yegua perla y 150 euros. De otra, Matías Molina, que consigue a cambio una mula de tres años, tan codiciada estos días. Esta es una de las típicas estampas que año tras año se pueden ver cada mes de abril en la tradicional Feria del Ganado de Cártama.

Entre caballos, burros, ponis y mulas, la concentración que desde tiempos inmemoriales reúne a ganaderos de dentro y fuera de la provincia en torno a la compra y venta de equinos concentró ayer a unos 280 ejemplares. Un dato que «ha desbordado todas nuestras previsiones, ya que han aumentado en casi un centenar los participantes respecto al año pasado», explicó el alcalde del municipio, Jorge Gallardo.

Un poder de convocatoria que, como aseguró el regidor, «anima a continuar con una tradición que, pese a haber sido un hito en la provincia desde hace más de 300 años, hoy se encuentra en decadencia».

La actual crisis se esconde tras las razones que llevan a un mayor número de ganaderos a querer deshacerse de sus bestias por el elevado coste que supone hoy en día mantenerlas. «Cada tres días gasto un saco de pienso, lo que unido a los gastos derivados de paja, herradura, agua y mantenimiento me cuesta al mes unos 600 euros», asegura Francisco Maldonado, quien este año ha presentado dos caballos pura raza.

A ello se suma la reciente implantación del matadero de la zona de Humilladero, donde los tratantes ven cada vez una mayor oportunidad para dar salida comercial a estos equinos. «Aquí todo el mundo quiere vender, pero cada vez se mueve menos dinero porque ya no es negocio como antes. Cada vez hay menos ventas y se dan más los intercambios» señaló Rafael Postigo, uno de los tratantes concentrados ayer en dicha Feria. Sin embargo, afirma que estos últimos son cada vez más escasos, llegando a producirse en 2011 «sólo seis trueques».

Precios por «los suelos». La crisis ha provocado que los precios de estos ejemplares «estén hoy por los suelos». «Los caballos que no están domados pueden costar unos 150 euros como máximo», asegura Luis Herrero, joven ganadero de Málaga capital. Los caballos perla, bayos e isabelos figuran entre los más apreciados, junto con las mulas, más reclamadas para los tradicionales enganches del Rocío.