Un año más centenares de malagueños homenajearon anoche a la virgen de los rondeles, en una procesión en la que el fuego adquiere un protagonismo muy especial, iluminando el recorrido de la imagen. Desde la pequeña plaza que se encuentra junto a la Ermita de la Veracruz los devotos y los portadores de los capachos envueltos en fuego agradecieron a la Divina Pastora la cosecha de la aceituna, tal y como manda la tradición del siglo XVIII.