­Campillos es uno de los municipios de la provincia de Málaga que más gases emite a la atmósfera, como el amoniaco y el metano (que contamina veinte veces más que el dióxido de carbono). La contaminación que genera esta zona es consecuencia de la concentración, junto a Teba y Almargen, del 90 por ciento de la ganadería porcina de la provincia. Un daño al medioambiente que se solventará con la instalación de la primera planta de Biogás Agroindustrial de Andalucía, que generará además, energía eléctrica y térmica.

En Andalucía se asientan varias plantas de biogás de vertedero y de depuradora, pero no industrias que utilicen residuos orgánicos de la ganadería y agroindustria. Alemania cuenta con unas 8.000 plantas de este tipo, en Italia se calcula que puede haber unas 200 y en España, poco más 30.

Frente a la necesidad de controlar los gases contaminantes, y a pesar de la crisis económica, una empresa sevillana, Giesa Agroenergía S.L., se implantará en Campillos el próximo año 2015, tras dos años y medio trabajando en el proyecto. La inversión asciende a 3,7 millones de euros. Un desembolso que recibe el beneplácito de la Junta de Andalucía. Tanto es así que la Administración andaluza concede una subvención de 1,1 millón de euros a través de la Agencia Andaluza de la Energía.

El problema de los ganaderos

El principal hándicap que engendra la presencia de granjas porcinas en la zona de Campillos se asienta en la emisión de importantes toneladas de purines. Se trata del estiércol que contiene excrementos de animales, restos de alimentos y aguas de lavado, que habitualmente se utiliza como abono de la tierra, con la limitación de 170 kilogramos por hectárea por su contenido en nitrógeno.

Un trabajo harto complicado el deshacerse de los residuos, según explica a La Opinión de Málaga, el director técnico de la empresa Giesa Agroenergía S.L., David Piñero.

Y es que en Campillos, Almargen y Teba se concentran 272.303 cabezas de porcino, lo que complica a los ganaderos la labor de deshacerse de los purines. Así, la planta de Biogás gozará de una capacidad de 60.000 toneladas al año, siendo un 75 por ciento de su materia prima purines de porcino, lo que facilitará el trabajo de las industrias de la zona.

No sólo los purines serán materia prima para que la planta de Biogás Agroindustrial produzca energía sino que también los residuos de frutas y hortalizas, fangos de depuradoras, gallinaza (residuo de la grasa avícola) o los alperujos (residuos de las almazaras de aceite) serán fuente de riqueza energética.

Con todo ello, la planta producirá 16 millones de kilovatios/ hora al año de energía eléctrica y térmica. Una energía que se venderá a las empresas de la zona a un precio «muchos más asequible que el actual de mercado. Habitualmente las plantas venden a la red, pero nosotros venderemos a la industria directamente», expone Piñero.

Asimismo, la fábrica producirá abono orgánico que es muy utilizado en agricultura ecológica. De este modo, el proceso que desarrollará la planta se traduce en una actividad que complementa la actividad ganadera de Campillos. «Se cierra el ciclo simbiótico. Retiramos sus residuos y le damos energía. La energía con la que funcionan las fábricas de pienso que dan de comer a los cerdos y a las aves», asegura Piñero.

El director Técnico de Giesa Agroenergía S.L. señala un proyecto «novedoso en Andalucía», que provocará un impacto medioambiental positivo para la zona de Campillos, donde además generará unos 15 puestos de trabajos directos e indirectos.

La planta de Biogás Agroindustrial de Campillos estará ubicada junto a la carretera A-357, a cinco kilómetros del municipio. Instalada en esta zona por la cercanía de las granjas porcinas aledañas.

Por otro lado, el alcalde de la localidad, Jesús Galeote, destaca los beneficios que la planta reportará: «Primero por la problemática de purines y al mismo tiempo se crea empleo directamente en la misma planta. Es un proyecto sumamente importante para nuestra localidad».

La primera piedra de esta nueva infraestructura que acogerá la planta de Biogás Agroindustrial se pondrá el próximo mes de enero y su proceso de ejecución durará hasta el mes de junio, con vistas a que el proyecto arranque en septiembre y dé cobertura a todas las granjas de la comarca de Antequera.