­El proyecto del Museo Berrocal coge polvo en un cajón del impresionante taller del escultor a la espera de que las administraciones públicas lo saquen de su letargo y desempolven una de las iniciativas internacionales más ambiciosas de Miguel Berrocal (1933-2006) para exponer todo su legado al mundo, abriendo sus alas desde Villanueva de Algaidas, donde se ubica una infraestructura cuya primera piedra se puso hace 16 años y hoy día muestra la imagen de un edificio cerrado a cal y canto y por desarrollar.

Amigo de Dalí, Fellini o Picasso, el escultor es mundialmente conocido por sus obras múltiples y desmontables que pretendía legar a través de un espacio museístico. La idea nació en los años 60, para comenzar a fraguarse en 1991, tras el impulso de la Asociación Amigos de Miguel Berrocal, formada por 700 socios de toda España, quienes consiguieron el apoyo político del Ayuntamiento de Villanueva de Algaidas, la Junta y la Diputación de Málaga.

Tras años de espera, los desencuentros entre las instituciones y Berrocal retrasaron el proyecto hasta 1999, cuando se puso la primera piedra de una infraestructura impulsada por el Consistorio, cuyas obras se paralizan dos años después, tras la inversión de 900.000 euros sufragados con fondos europeos y de la Diputación.

El detonante de la discordia entre el escultor y las instituciones fue la negativa del creador a entregar un listado con las obras del museo. En esa época, según expone su hijo, Beltrán Berrocal, el escultor «se desentendió de los políticos de aquel entonces. Era un español de los años 30 y se tomaba las cosas muy contundentemente».

En aquel momento, el edificio quedó tan sólo con el esqueleto, contando con más de 3.000 metros útiles que quedaron expuestos a la intemperie para ver nuevamente la luz doce años después, a través de los fondos de un plan de dinamización cultural provincial para la creación del Centro de Interpretación del Agua y del Arte Contemporáneo, que alberga la obra del escultor Miguel Berrocal.

Fruto de ese impulso, se abrió la única sala expositiva construida en el museo, con el apoyo de la Junta de Andalucía, que aportó 162.187 euros; la Diputación, 108.301 euros; Unicaja, 60.000 euros y el Ayuntamiento con 759.000 euros. Dicho espacio expositivo, inaugurado en 2014, ocupa tan sólo una sexta parte de todo el edificio de titularidad municipal y, por si fuera poco, se encuentra cerrado al público por falta de fondos para mantenerlo abierto.

Mientras tanto, la familia sigue a la espera de una reunión entre la Junta, la Diputación y el Consistorio para conocer el futuro del museo. El hijo del escultor reitera que desde la Fundación Escultor Berrocal ofrecen 237 esculturas, de las 530 piezas terminadas de Berrocal.

La finalización de la obra supondría una inversión cercana a los 2 millones de euros -estima la familia- aunque el proyecto tendría que volver a redactarse.

A pesar del avance en 2014, parece que el desenlace del museo no llega. El alcalde de Algaidas, Juan Cívico, lamenta que las administraciones aleguen no tener fondos, pero él seguirá trabajando por el futuro museo.

El delegado de la Junta en Málaga, Jose Luis Ruiz Espejo, señala que «es un recurso interesante en la provincia que puede contribuir a la promoción de oferta cultura y turista». Ruiz Espejo insiste en que la Administración andaluza está «muy interesada» en poner en marcha este proyecto, sin embargo reconoce que las prioridades actualmente se centran en la Aduana, el Picasso y los Dólmenes.

Por su parte, el diputado provincial de Cultura, Víctor González, apunta que no cierra las puertas al diálogo y apuesta por volver a retomar el proyecto del Museo Berrocal. La voluntad política queda en el aire frente a la atenta mirada de un proyecto que cumple ya nada menos que 24 años y aún no es una realidad.