Los juzgados de Málaga le han comunicado a un vecino de Alozaina José Merino la ejecución inminente de una orden de derribo de seis naves de aperos que tiene en sendas parcelas del término municipal de Yunquera, desde hace más de diez años.

"A mí no me ha llegado la notificación porque vivo en el campo desde hace dos semanas, y a mi abogado le ha llegado sin fecha concreta pero el arquitecto municipal de Yunquera me ha advertido de que ha llegado orden de ejecución para el 15 de marzo", explica José Merino.

José Merino, de 57 años es un vecino prejubilado que invirtió todos sus ahorros en la construcción de seis naves de aperos como inversión de futuro, después de años trabajando en el sector de la construcción.

"Durante 12 años he estado pagando el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) como si fueran viviendas que es mucho más caro que el de una nave de apero. Las construcciones están ajustadas a licencia, no como la inmensa mayoría de las que hay en la zona, que tienen incluso dos plantas y están habitadas, por eso no entiendo por qué derriban sólo las mías", se pregunta José Merino.

José Merino obtuvo licencia para construir seis naves de 40 metros cuadrados cada una y reconoce que se excedió algunos metros de más. "La licencia se refería a metros construidos y me construyeron 40 metros útiles. Estamos hablando de unos metros cuadrados de más, no de grandes mansiones".

Ante los requerimientos de los tribunales de Málaga, José Merino derribó el exceso de lo construido y ajustó las naves exactamente a los 40 metros cuadrados construidos que fijan las licencias pero, aún así, ahora los tribunales se las van a derribar en base a un informe de la Junta de Andalucía que afirma que las parcelas donde se encuentran las casas de aperos no son productivas y por tanto no tienen razón de ser.

¿Si no podía haberlas construido por qué me dieron licencia? ¿Por qué me han estado cobrado los impuestos todos estos años y además como vivienda, que son más caros? ¿Por qué siempre van contra los más pequeños mientras que a los grandes urbanizadores de la Costa no les derriban las casas ilegales?

José Merino afirma que acudirá el martes con su mujer y con su hijo pequeño, que tiene una minusvalía del 93%, para intentar frenar a las máquinas. "Son todos mis ahorros, aquí está todo lo que tengo. Sólo me queda una pensión. No tengo otra opción", afirma Merino, quien estudia emprender acciones legales contra el Ayuntamiento de Yunquera por haberle concedido la licencia y haberle cobrado los impuestos durante 12 años de unas naves que ahora, pese a que están ajustadas a licencia, le van a derribar.