El Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre ya ha adjudicado el contrato de obras para la ejecución de la segunda fase del nuevo embovedado del arroyo Blanquillo, en el entorno del recinto ferial de la localidad, lo que implicará una importante mejora de las infraestructuras subterráneas de pluviales en la zona y la multiplicación de su capacidad para la evacuación.

El proyecto, redactado por los servicios técnicos municipales, prolongará en concreto unos 200 metros lineales más la estructura del marco de hormigón armado que se instaló durante la primera fase, entre el parque de El Algarrobal y el cruce con la calle María Zambrano. Un total de siete empresas se presentaron al concurso convocado por el Consistorio. La adjudicación ha sido para la firma Ullastres, que se encargará de acometer la actuación, la cual seguirá la misma línea de la primera fase.

Así, el embovedado de hormigón, que sustituirá al antiguo tubo de chapa galvanizada, muy dañado desde las fuertes lluvias de hace un año, se prolongará hasta la altura de la caseta municipal aproximadamente, lo que obligará a abrir una zanja de unos 40 metros de anchura, similar a la que se realizó en la fase anterior.

La idea es terminar en el menor tiempo posible para que el recinto ferial esté en perfectas condiciones para la celebración de la próxima Feria de San Juan.

Se trata de un plan impulsado por el alcalde, Joaquín Villanova (PP), para reforzar toda la red subterránea y evitar incidentes y hundimientos como el que sucedió en 2010, consecuencia de otro fuerte temporal. La Concejalía de Obras e Infraestructuras que dirige Gerardo Velasco ha redactado el proyecto y coordinará su ejecución. El nuevo embovedado cuenta con unas dimensiones de unos tres metros de ancho y dos de alto, lo que aumenta considerablemente su resistencia y capacidad.