Forlán se olvida de Zaira con una modelo española… Y a mí qué me importa. Lo he leído esta semana en un periódico al pasar de las páginas de Internacional a no sé cuáles de Verano. ¿Se ha preguntado usted en serio alguna vez por qué nos importa con quién ande Forlán, Guti o la Esteban? Vale que según el último sondeo del CIS aquí todo quisqui vea corrupción en la política, pero ¿y esa viga en el ojo que mira lo que mira durante horas sin pestañear sobreexpuesto al rayo catódico que no cesa y sus efectos colaterales?...

Negocio basura

Pues lo mismo que se puede estar unas 100 horas viendo televisión al mes, más o menos la vida que consumimos frente a la pantalla (TMT Predictions 2011. Deloitte), se puede estar muchos días sin comer, sólo bebiendo agua. Por eso, y por su fuerza de voluntad, ha estado 18 días sobreviviendo Mari Anne Goossens en una poza del río Chíllar, en Nerja. Lo digo por cambiar de tema y no seguir con lo de esa basura pseudoperiodística que, de rebote, ha terminado con el cierre del dominical británico News of the World, el padre de todas las batallas del rosa al amarillo. Un tabloide con más de 150 años de historia a sus espaldas y 4.000 escuchas ilegales para obtener carnaza encima. El vertiginoso negocio de la basura publicada se lleva mal con la carrera de fondo del periodismo necesario. En este asunto el responsable de comunicación del mismísimo Gobierno británico ha salido trastabillado, y veremos a ver cómo le salpica al primer ministro Cameron.

Mari Anne

La historia de la ciudadana holandesa perdida en Nerja, la mujer que ha tenido que recordar durante más de 400 horas el cariño de los suyos y sus comidas favoritas para no sucumbir, sola, al hambre, la desesperación y la fatiga, sí es una historia importante. Lo intolerable sería que ahora nos preocupásemos de los novios que tenga Mari Anne, por el mero hecho de haber salido en la tele con motivo de su epopeya personal. Más tolerable es que pensemos que lo de la «quiebra técnica» de la Diputación era previsible. Diputación, ese organismo que ahora y nunca antes tanto el ministro de Fomento, Pepe Blanco, como Felipe González, opinan que hay que eliminar. Digamos que tendría cierta obsolescencia programada, coincidiendo con la llegada de los gobiernos autónomos que asumirían sus principales cometidos de asistencia a los municipios pequeños, aunque las diputaciones se utilicen también para otras cosas de calado más político que institucional. Signo de los tiempos…

Quiebra técnica

Llegados a este punto, y con lo poco que cotiza el bono de credibilidad política en los mercados sociológicos, las declaraciones de Francisco Salado, el nuevo portavoz de la Diputación, ahora del PP, son como el eco de las de otros portavoces de otras instituciones que al cambiar de manos políticas denuncian el déficit heredado tras un primer ojeo contable. Aunque suene bastante grave, el descrédito de la confrontación partidista hace que la vehemencia teatral de estas acusaciones parezca parte del juego al que nos tienen acostumbrados. «Cuando yo decía que eran unos inútiles, han demostrado que son unos inútiles políticamente hablando» le ha dedicado Salado a los gestores salientes de la Diputación.

«Inútiles»

A Salado le parece «una deslealtad institucional sin precedentes» el hecho de que la Diputación tuviera 117 millones para el pago de intereses y amortizaciones a finales de 2010 y que el 26 de junio sólo quedaran 54 millones, lo que Pendón justifica porque es en los primeros meses del año cuando se encarrila la mayor parte de las inversiones. Esta balacera de cifras puede parecer mucho o poco, según se sea o no neófito en artillería contable. Pero lo que entiende cualquiera es el innecesario insulto de llamar «inútiles» a sus antecesores en la institución –aunque sea «políticamente hablando»– También está clarita la acusación de que «la política que se ha hecho en estos últimos meses es de tierra quemada, de arrasar todo lo que se pueda y despilfarrar sin control presupuestario», abundando en que en los últimos meses el interventor realizó 2.000 reparos de legalidad a distintas subvenciones que se concedieron «sin justificar». Si no fuera por lo inútil de ese «inútiles» proferido con encono, esto sonaría verdaderamente serio.

Medusas

Lo que sí parece claro es que las instituciones están tiesas. Incluso Esperanza Aguirre reconocía ante un micro indiscreto, otra vez, que no había un duro en las arcas de la Comunidad de Madrid, y eso que se refería a su propia gestión. Haciendo cuentas diputativas pega recordar que poníamos el grito en el cielo porque el ayuntamiento malagueño tenía a principios de año una deuda total reconocida por Hacienda de unos 743 millones de euros, lo que supone cerca de las tres cuartas partes del presupuesto anual del mismo, que es de unos mil millones, para redondear. Aunque sean más millones, el porcentaje de deuda respecto del presupuesto total es menor que el de la Diputación. Salado clama porque la deuda que se ha encontrado es de 291 millones, lo que pasaría por arriba el presupuesto de la Diputación, que ronda los doscientos y pico millones... Una amiga me llamaba el miércoles para decirme que en Guadalmar había unas medusas muy gordas. Lo gordo es esto… Porque hoy es Sábado.