Salomón Ib Ben Gabirol

Nació en Málaga en el S XI en tiempos de los Reinos de Taifas ya que sus padres se trasladaron a nuestra ciudad desde Valencia. Desde muy pequeño, demostró ser un niño muy adelantado a sus años, siendo después un gran escritor, poeta y filósofo. Se dice que sus poesías se rezaban en las sinagogas. Cuando en los años setenta, se arregló la zona de los jardines que llevan su nombre, se le encomendó a un escultor americano, Hamilton Reed Amstrong, hacer una estatua suya.

Este escultor realizó una bella obra, con un gesto un tanto espiritual y vestido a la usanza de su tiempo, siendo colocada en el centro de estos jardines encima de un pedestal de granito en forma de dado de unos cincuenta centímetros, con su nombre delante y el siglo en el que vivió, teniendo el respeto hacia él poniéndolo mirando a calle Alcazabilla ya que, según los expertos, mira hacia Israel. Hace unos años, esta estatua desapareció del Centro, siendo colocado después más descentrado pero sin su pedestal, que parece ser que se rompió.

Los miembros, por entonces, de la Comisión de Cultura del Distrito Centro, donde ejercía como secretaria, mostramos preocupación por este cambio y así lo hemos hecho saber varias veces como también lo ha hecho nuestro amigo Alfonso Vázquez en este periódico pero sin conseguir nada. Allí sigue Salomón, que al realizarse para estar en un pedestal, mira hacia abajo. Ahora, seguramente a los que nos visitan les parecerá un tanto extraño, ya que parece estar avergonzado, seguramente porque lo han puesto mirando hacia calle Granada y es la diana de todos los perros de la zona. Alfonso Villegas, presidente de la A.M.E., en 2006, escribió una biografía muy interesante de este malagueño, bajo el mecenazgo de D. Diego Maldonado, El desterrado de Dios. Quiero pedirle a mi concejala Dª Gemma del Corral, una persona sensible, que se ponga en contacto con D. Damián Caneda, para que esta estatua sea retirada por los Servicios Operativos y que cuando se organice la zona, vuelva rehabilitado, con su pedestal de granito, su nombre y siglo en el que vivió y no estaría mal, poner detrás el nombre del escultor. De esta forma propios y extraños sabrán más de este malagueño ilustre que algunos lo confunden con un árabe, y ¡por favor!, mirando hacia la Alcazaba.

Guadalupe Rodríguez BarrionuevoMálaga