María Dolores de Cospedal ha convocado este martes en Jaén a los presidentes provinciales del Partido Popular de Andalucía. Secretaria general nacional a tiempo completo, presidenta de Castilla La Mancha en sus escasos ratos libres, entre la Gürtel, el caso Bárcenas y el desastre zoidiano, esta mujer debe multiplicarse, como los panes y los peces, para tratar de reparar las vías de agua que acosan el antaño todopoderoso titanic popular.

Sin embargo, no parece muy acertado que haya elegido precisamente Jaén para mantener esta reunión. Quizás a ella le venga bien, por motivos geográficos o sentimentales. Al fin y al cabo Jaén debe de ser la capital andaluza más cercana a Castilla La Mancha. Desde allí la nostalgia del terruño es menor, casi se huele Ciudad Real, basta con cruzar a toda pastilla Despeñaperros. Pero mujer, convocar en Jaén suena a torpeza o a provocación cuando se acaba de saber que el alcalde de esa ciudad ha cobrado más de 600.000 euros en sobresueldos en varios años. Nada menos que cien millones de las antiguas pesetas. Una bicoca. Y parece que el subdelegado del Gobierno también ha recibido la justa compensación por su entrega al partido.

Así que se reúnen en Jaén para hablar de Zoido, de Susana Díaz y de la necesidad de tener ya un candidato serio en Andalucía. Para que les saquen el temita de los sobresueldos, otra vez. Hay que ser insensato, o temerario, o será que la rueda de prensa la van a dar simulada y en diferido. Por tele de plasma, como hace el jefe. Luego se quejan de Soraya. Como en el anuncio aquél de los perros abandonados, ella nunca lo haría. Nunca Soraya sería tan torpe como para ir a Jaén. Y mucho menos cuando hay un problema a la vista, que ella sólo está para las soluciones, y no para los problemas.

Así está el patio en el Partido Popular andaluz. En el Parlamento, la semana pasada, el perspicaz Zoido le reprochó a Susana Díaz que no hubiese hecho nada en sus 19 días de mandato. Hasta la prensa se reía en sus asientos. El día siguiente la presidenta de la Junta de Andalucía se reunía con el alcalde de Málaga y desbloqueaba el metro y certificaba la continuidad de La Cónsula. Muy listo el alcalde, que visto lo visto prefiere asegurarse el metro para sus municipales que mantener un pulso autonómico para alentar una guerra que sabe perdida de antemano. Así son los aliados, Zoido, sólo te apoyan cuando saben que vas a ganar. Y ya hasta tu propio partido te ha amortizado. La reunión de Jaén servirá para hablar de tu sucesión. De lo otro, de los sobresueldos, ya se hablará en otro momento. Que con las cosas de comer no se juega.