Impostores, por Jesús Martín Ostios

El último libro de Javier Cercas hace referencia a la historia de Enric Marco y su falso pasado como preso en un campo de concentración. El impostor lleva por nombre el libro y en el mismo el autor deja una reflexión sobre la relación entre la impostura y el ser humano, señalando como fueron y han sido muchos los impostores a lo largo de la Historia. Y es que la impostura es connatural al ser humano. Lo es la Unión Europea que defiende los derechos humanos como uno de sus principios básicos, con las draconianas condiciones impuestas a Grecia. Lo son muchos de los países que acudieron a la manifestación contra el brutal ataque terrorista perpetrado en Francia, países en los cuales la libertad de expresión no está permitida. Lo son todos aquellos países que hablan de paz y se enriquecen con la venta de armas a los países en conflicto. Lo fue Obama con el famoso «Yes we can» que hoy se ha convertido en el «No pudimos». Lo es Tania Sánchez al mofarse de la infanta por desconocer los negocios turbios de su marido. Lo fue Zapatero en la segunda legislatura cuando cedió a los mandatos de Alemania en detrimento de los ciudadanos españoles. Lo es Mariano Rajoy no por incumplir sus promesas, y sí por hacer todo lo contrario a lo que prometió. Lo son todos aquellos a los que se les llena la boca de solidaridad y después miran para otro lado. Ser un héroe, como dice Cercas, mancharse las manos… es difícil, lo fácil, y lo que hacemos el 99% de la ciudadanía, es seguir las reglas del juego.

Nos estamos desahuciando del planeta, Pablo Osés Azcona

El Gobierno está desmantelando la cooperación. Ya casi no pone euros para erradicar la miseria en el mundo. Ya no encuentra dinero para los pobres de fuera pero, increíble, tampoco lo encuentra para los de dentro.

Y eso daña y mucho, primero a todos los pobres y luego a los que trabajan en especial a favor de los pobres, las ONGD.

Para colmo éramos pocos y parió el cambio climático. Aún más problemas. Estos casi insolubles para este gobierno y los demás. Pero habrá que resolverlos. Nos va el bienestar de todos. Es una emergencia, la emergencia. Nos estamos desahuciando del planeta.

Todos los ciudadanos debemos ponernos a exigir que no haya una sola política, ni fiscal, ni de interior, ni de empleo, industria o fomento, ni una sola, que no sea coherente con el empeño a favor de los pobres y de frenar al CO2, anclada pues en los derechos humanos de todos, no sólo de los ricos. Repolitizar a ciudadanos conscientes y superexigentes. Nos estamos echando.