Es para partirse de risa: el nuevo Código Penal permite disolver partidos corruptos. Ya PSOE había dado un paso en 2010 acerca de la responsabilidad penal de las personas jurídicas, a excepción de sindicatos y partidos (por descuido, vamos), pero la reforma de 2012 de PP eliminó, valientemente, aquellas salvedades tan clamorosas y la que acaba de entrar en vigor el primer día de este mes incorpora el delito de financiación ilegal y aquí, amigo, hemos topado con los mismos de siempre. Desde el caso de Filesa al de Bárcenas, el rosario no tiene cinco misterios sino muchos más. Pero ya saben ustedes que la novela vende menos en España (14%) y entonces nos cuentan cuentos y nos arrullan -ahora también Ciudadanos con sus versiones oficiales de la implosión de la Junta Directiva-. Los editores se quejan, es intolerable que el 35% de los españoles reconozca que no leen habitualmente. Pónganles nombres a estos compatriotas. Pero Cassá me ha gustado en su sensata comparecencia en Gibralfaro, lo que ha dicho es verdad: que no se deben dilatar las actuaciones que la ciudad merece con excusas sin fin. El símil que pone tiene su gracia: «De la Torre es especialista en pegarle una patada a la lata». Pero lo importante es que puede ser que estemos en un tiempo nuevo. Guillermo Díaz y Javier López bajan las espadas, las enfundan y el segundo se olvida de la cruzada con Cassá y se inicia un trabajo en las estructuras que ahora se levanten en el partido. Con Irene Rivera es más difícil, llegó dos horas tarde a la foto de la unidad. Como leí en Quevedo, «la hipocresía exterior, siendo pecado en lo moral, es grande virtud política».

Los otros emergentes, los podemonios, están peor, no les beneficia nada lo sucedido en Grecia, creían que el resultado del referéndum era un aval para ellos y ahora les estalla la escopeta en la cara, como ponen de manifiesto desde el Royal Bank of Scotland o la consultora de riesgos políticos Eurasia. Suma y sigue: la participación en las primarias del partido se sitúa en un ridículo 16%. Pero, cuidado, los nuevos bárbaros, como les llamo desde que asomaron con su nube de polvo por el horizonte, van a pelear cuerpo a cuerpo. El filósofo Ignacio Gómez de Liaño está de acuerdo y me lo dice: no hay nada nuevo bajo el sol, Vicente, son unos leninistas al asalto del poder, después del fracaso del peceé. La momia de Vladimir Ilich Ulianov se remueve en su catafalco.

En este mar de fondo que padece España, la pelea de la abogacía malagueña con los jueces no tiene fin. Intervino hasta el presidente del TSJA ante el Colegio que preside Francisco Javier Lara, pero de nada ha servido lo que se habló porque se sigue reclamando más consideración a los letrados y al justiciable y ahora... ahora verá la luz un informe demoledor en el que se detalla lo que trabaja cada juez de la city. Agárrense que vienen curvas.

También aquí, en la Ciudad del Paraíso, Remedios Martel es ya nueva directora general de Salud de la Junta, enhorabuena Remedios. Y Enrique Caro, amigo matemático, es director general de Planificación y Centros en Educación, llamado a Sevilla por Adelaida de la Calle. Un peldaño más abajo, en el asfalto, los notarios podrán casar, pero con el expediente del juez, porque una disposición de la Ley de Jurisdicción Voluntaria remite a junio de 2017 la plenitud de competencias. Mi abogada, Soledad Benítez Piaya -que, por cierto, inaugura nuevo despacho en Puerta del Mar el día 30- sabe de mi opinión acerca de que debemos salir por la puerta que entramos. Eso mismo le escuché al embajador de Israel tras una conferencia en un centro ya desaparecido de la avenida de las Caballerizas. Le dijeron sus escoltas que le estaban esperando en la puerta un grupo de vociferantes propalestinos y le oí al diplomático decir «yo no soy un ladrón que sale por la ventana». Y salió por la puerta, como un hombre. Seguro que había leído la Alegoría de la brevedad de las cosas humanas, de Luis de Góngora:

Aprended, flores, en mí

lo que va de ayer a hoy,

que ayer maravilla fui,

y sombra mía aun no soy.

La Aurora ayer me dio cuna,

la noche ataúd me dio;

sin luz muriera, si no

me la prestara la Luna.

Pues de vosotras ninguna

deja de acabar así.

cima@cimamalaga.com