"El lenguaje es el vestido de los pensamientos" esta cita, algo cursi quizá, es de Samuel Johnson. No obstante a veces el lenguaje lo que hace es esconder los pensamientos, digamos que, en ese caso, serían unos harapos.

El caso del Instituto Municipal del Libro es un caso claro de cómo se intenta jugar con el lenguaje. Ciudadanos acordó por escrito con el alcalde su eliminación, y ahora el alcalde sale en defensa de su director, Alfredo Taján. No dudo de la excelencia de Alfredo, no lo conozco, pero seguro que es un gran profesional, pero no se trata de él. Se trata de cómo se hacen las cosas en el Ayuntamiento, de cómo se crean programas, institutos, observatorios, fundaciones y demás entidades sin orden ni estrategia, cada una con sus gastos y con su personal.

Si se quiere defender el fomento de la cultura y el libro, me encontrarán el primero de la lista, pero usar a una persona como «escudo humanitario» para salvar una forma alocada de gestionar un ayuntamiento no es lógico. El lenguaje no debe distorsionar la realidad sino reflejarla. Y Paco con sus cosas es un maestro en tales artes.

El pasado viernes se inauguró el Mercado de la Merced al que le deseo todos los éxitos del mundo. Al día siguiente se dieron cuenta de que no tenía todos los permisos en regla, y una vez más salieron los harapos del lenguaje y De la Torre dijo que no se había inaugurado el Mercado sino que se había presentado, una manipulación de términos para intentar paralizar al que le oye pero que ya no engaña a nadie.

Por otro lado no entiendo qué hace inaugurando restaurantes, recuerden que hace días ya inauguró (esta vez sí, según su agenda oficial) un McDonald´s en Carlinda. Una labor importantísima que, sin duda, debe hacer un alcalde. Lo estoy viendo venir el Instituto Municipal de Inauguraciones Hosteleras...