Junio de 1993, tras ganar las elecciones Felipe González salió a hablar ante sus militantes y espetó la mítica frase de «hemos entendido el mensaje». Lo fundamental de esa histórica afirmación es que, en contra de lo que se pueda pensar, no es un mensaje de humildad; todo lo contrario, cuando un líder político interpreta las urnas siempre lo hace en provecho propio. Ayer esa afirmación la reprodujo el líder de los populares malagueños, Elías Bendodo, cierto es que puede sacar pecho: Ha perdido dos diputados pero tiene prácticamente los mismos votos que en las elecciones locales y comparar los resultados con 2011, habida cuenta de la irrupción de Ciudadanos y Podemos, no es realista. Elías Bendodo ha conseguido, además, que el mapa de Andalucía no sea rojo por completo y Málaga junto con Almería sean las dos provincias que amenazan la hegemonía socialista de Susana Díaz. Ayuda además a que en Andalucía haya prácticamente un empate técnico. El PP en la provincia ha conseguido, de momento, contener las variables de Podemos y Ciudadanos, los primeros algo por debajo de la media en el resto del país. Y con Ciudadanos, que están en Málaga por encima de la media de España, ha conseguido llegar a acuerdos. Parece que ese suelo de 220.000 votos le da a Elías Bendodo para mantenerse en el poder bastante más tiempo. Tiene poder en multitud de ayuntamientos y la Diputación, sin embargo los 130.000 votos naranja que coinciden en número con los perdidos por el PP, de momento no le impiden mantener a la derecha malagueña controlada. Pero cada voto que gane C´s cuenta doble porque lo perderá Bendodo y en el momento que se tornan los números D´Hont te da un mamporrazo en forma de cuota de poder. Es posible que Bendodo haya entendido el mensaje, lo que no tengo tan claro es que sepa lo que tiene que hacer, o que aún sabiéndolo, pueda hacerlo. Bendodo ahora debe atender el mensaje recibido.