Digan lo que digan los españoles cuando les preguntan (pero encima lo dicen) los tres primeros problemas que hoy tiene España son el paro, el secesionismo y la corrupción. Caramba, sería bueno que los distintos partidos políticos que aspiran a formar mayoría dijeran con claridad cuál es su concreto plan para abordar con decisión esos problemas, y en cada combinatoria de las posibles sus interlocutores lo fueran poniendo en común. Esto es lo que daría credibilidad al actual momento político, que cada día que pasa la pierde a chorros. Si la política sigue perdiendo credibilidad ya tendríamos un cuarto problema, que podría convertirse en el primero, porque la política es la que debe aportar soluciones a los otros. Las ganas de gobernar o de seguir gobernando son una pasión legítima, pero no son un plan. Un quinto problema sería que el barco se acostumbrara a navegar sin tripulantes.