Hay un grupo de descerebrados liderados por un tal Roos Valizadeh que bajo el pretencioso nombre El regreso de los Reyes pretendía concentrarse este sábado en 165 ciudades de 43 países para reivindicar tesis tan misóginas como que la mujer no debe votar por ser intelectualmente deficiente, aconsejar salir con anoréxicas porque son frágiles y en los restaurantes te salen más baratas, o promover la legalización de la violación porque, también según ellos, es la forma infalible de eliminar esta práctica ya que la hembra tendría más cuidado en su vida cotidiana al saberse pieza de caza. Vaya a vomitar querido lector, yo ya lo he hecho, tómese su tiempo, le espero en el siguiente párrafo.

Resulta que mi añorada Granada y la cada vez más lejana Barcelona fueron las dos ciudades españolas elegidas como escenario para ser mancilladas. Ante este panorama la diputada provincial de Igualdad, Irene Justo, dijo que este tipo de actos resultan despreciables porque promueven sin ningún pudor la misoginia y la desigualdad entre hombres y mujeres por suponer una involución de los derechos que tanto ha costado conquistar a las mujeres. Premio a la perogrullada del año.

Lógicamente comparto las palabras de la política granadina por muy obvias que me parezcan, pero también es cierto que echo de menos esa locuacidad institucional cuando el imán de turno tergiversa el Corán para cosificar a la mujer o suscitar el asesinato de todo el que no se convierta, cuando la feminazi en cuestión se despelota en lugares públicos chillando proclamas contra la opción personal de muchos, o cuando dos titiriteros colocan un cartel de «Gora ALKA-ETA» mientras representan ante niños de seis años el ahorcamiento de un juez y a una bruja que aborta clavándose un cuchillo en el vientre, porque, pese a quien le pese, todos estos amagos de libertad de expresión no son más que ofensivas muestras de la provocación imperante.

Esta iniciativa misógina fue desactivada aunque no por ello debo pasar por alto la genealogía del asunto. Pienso en las causas de la existencia de estas concentraciones y mucho me temo que el caldo de cultivo donde se cuecen a fuego lento es un cocido de dejadez, relativismo y corrección política. Como se han empeñado en que todo vale pues ahí llevamos dos cucharas, y soperas.

La impunidad y el descaro con que actúan algunos colectivos se enardecen por la cobardía de no defender lo coherente y hace poco lo hemos comprobado con algunos altos dignatarios. Una cosa es que Obama se descalce para visitar una mezquita como señal de respeto, y otra bien distinta es que la propia Roma renuncie a siglos de cultura e historia tapando estatuas desnudas para no perturbar la visita del presidente iraní a la ciudad eterna. Menos mal que no le dio por ir al zoo, porque a ver quién es el valiente que alcanzando el paroxismo del ridículo le pone el tanga a la leona. En serio, con equivocadas actitudes como la italiana o como la de los que disculpan el insulto sólo conseguimos que hasta el más tonto del pueblo se sienta legitimado a establecer un decálogo de exigencias, un compendio de despropósitos que en alguna parte del camino se convierten en derechos y a través de internet se consagran en principios fundamentales, porque claro, los tontos de baba se reconocen y se apoyan entre ellos, y así, como el que no quiere la cosa, te encuentras en tu ciudad con un grupo de cromañones que te escupe a la cara que tu esposa merece ser violada porque pasear sola la pone a tiro. Se nota que estos no conocen a mi mujer cabreada.

Creo que los autodenominados Reyes que se abanderan en esos exabruptos no demuestran más que una infinita lista de carencias y un nutrido escaparate de taras psicológicas y educativas, por lo que me pregunto en qué clase de entorno ha podido crecer una criatura para convencerse de que su propia madre merece ser insultada, usada y abusada. Siento vergüenza de compartir especie y género con ellos.

En mi incredulidad quiero imaginar que en el fondo esta convocatoria ha sido un experimento sociológico patrocinado por alguna marca de comida para monos, porque si este es el regreso de los Reyes mañana es tarde para hacerme republicano.

Camareroooo, otro chupito de Primperan.