Tras el paso de los sanfermines, el verano es ese tiempo que pasa hasta que llega la tomatina de Buñol, importante noticia que nos informará de los kilos de tomates usados, de lo divertido de la fiesta y de la de turistas que vienen solo por ella. En Málaga no obstante es la Feria la que marca esa frontera entre mediados de verano y el final, porque tras la feria no hay verano.

Hay cosas que hoy en día se han vuelto muy complicadas como comprar una simple bombilla, antes, cuando el verano era eterno, comprabas una bombilla diciendo si la querías normal o tipo vela. Ahora tienes que saber si la quieres de casquillo tipo e27 o en el mejor de los casos la disyuntiva es entre casquillo pequeño o grande, bajo consumo, led o normal. Es otra de las cuestiones del examen de comprar una bombilla. Tras las decisiones tomadas has de saber la potencia, 9 vatios pero 9 vatios de ahora que equivalen a 45 de los de antes que no son los mismos vatios, que los vatios de ahora son mucho más modernos. Una vez terminada la compra, creyéndote feliz te preguntan: «¿Luz blanca o cálida?». Eso si no te dicen que si la quieres de 3000K de temperatura, que ya de por sí asustan esos números para el verano. Conozco a gente que terminó por convertirse en anacoreta por ir a comprar una bombilla. Pensarán que exagero, pero así es todo: es mucho más difícil que antes, cuando para echar un verano te bastaba con un balón.

Pues lo mismo pasa con la ciudad, todo está mucho más complicado que antes; dejen que quien quiera vaya a la Feria y quien no quiera ir que no vaya, que les veo venir. Así que disfruten del verano y simplifiquen. Por cierto, siempre acabas llevándote bombillas de tres tipos porque nunca estás seguro de haber comprado la correcta.