Corea del Norte y el club nuclear

Cualquier club de elite que se precie impone unas condiciones de entrada que, en la mayoría de los casos, disuade al aspirante; pero claro está, siempre habrá quien tenga amistades, haga favores, o pague una fuerte suma para entrar y, como no podía ser de otra manera, el Club Nuclear tiene esos mismos tics; aunque con una salvedad, que no hay normas de funcionamiento, ni organización, ni socios fundadores. Solo unos países que se arrogan la potestad de decir quien debe tener y quien no instalaciones nucleares. Que se sepa, al club como tal pertenecen EEUU, Rusia (antes Unión Soviética), Francia y Gran Bretaña, como herederos de una situación post-bélica muy cuestionable, pero admitámoslo, ganaron la guerra; también pertenece China por motivos del ‘aquí estoy yo’ de Mao Zedong y luego, como franquiciados de Rusia y EEUU y ya en plena guerra fría, entraron India y Pakistán.

En fin, que tenemos siete países como socios ‘legales’ del club. Pero hay un limbo en el que se pierde dicha legalidad y es, cuando se accede al club comprando, con grandes sumas de dinero, el derecho a ser socio, eso sí, escondiendo hábilmente el carnet. Tal es el caso de Israel, que posee más de 80 bombas y sus respectivos vectores de lanzamiento y, hasta la fecha, nadie se ha dirigido al Consejo de Seguridad para cuestionar tal hecho. Ahora tenemos un gran aspirante a socio, Corea del Norte, pero al contrario que Israel no esconde la realidad, a sabiendas de que él no va por delante, por eso, deja claro su deseo de pertenecer al club y, de qué manera.

Para escarnio y discrecionalidad maniquea el caso de Irán, porque no solo se le negó hasta el hastío la posibilidad de progresar en su programa civil nuclear, sino que, a base de injustas imposiciones comerciales, le han obligado a abrir de par en par sus instalaciones para verificar los avances, y todo porque algún vecino poderoso y molesto que maneja a su antojo la mal llamada ‘comunidad internacional’ quiere ser el país más duro de Oriente Próximo.

El atrevimiento de Corea del Norte no hace más que abundar en una cuestión, ¿Existe el derecho internacional?

Francisco Javier España MoscosoMálaga