Para el catedrático de la Universidad de Málaga, Juan Antonio Sánchez López, el trono de la Oración del Huerto es «histórico por varios aspectos».

Uno de ellos, el material, al tratarse de un trono enteramente metálico aplicado a un Cristo, realizado en los talleres sevillanos de Orfebrería Villarreal en 1978, «porque hasta entonces el primero había sido el que hizo Manuel Seco Velasco en 1946 para Jesús de la Pasión, sin olvidar el que el propio Juan Casielles diseñó para Jesús del Prendimiento, ejecutado asimismo por Villarreal entre 1961-1965».

Otro aspecto notable del trono, resalta Juan Antonio Sánchez López, es que se trata «de uno de los diseños más personales y carismáticos de Juan Casielles», con especial relevancia en los tiempos actuales en los que se están realizando diseños del artista malagueño que en su momento no se hicieron, como los ciriales de Viñeros, las potencias del Nazareno de los Pasos o las del Cristo de los Gitanos.

«Ahora se revaloriza su figura porque es capital, pese a que ha estado durante mucho tiempo olvidada», subraya el catedrático, que llama la atención sobre el valor no solo histórico, sino también «artístico y patrimonial» del diseño del trono del Huerto.

En relación con la cartela del frontal, lo principal es la reivindicación que Casielles realiza de los patronos de Málaga, San Ciriaco y Santa Paula, «después de tanto tiempo de estar olvidados».

El profesor recuerda que si durante los siglos XVI al XIX recibieron un culto muy importante, «con la amnesia histórica de los años 30 del siglo pasado termina de capa caída», aunque, como cuenta, durante un tiempo y por encargo de Monseñor Rafael Jiménez Cárdenas y de don Antonio Ruiz Pérez párrocos ambos de los Santos Mártires, será la Archicofradía de Pasión la que de forma interina mantenga el culto, «hasta que surge la Congregación de los Santos Patronos».

Por este motivo es tan interesante la introducción de una referencia iconográfica a los titulares del templo -a la iglesia donde está erigida la cofradía- «y por extensión a los propios patronos de la ciudad».

Los dos préstamos

En la cartela además el experto aprecia claramente un doble préstamo iconográfico.

En primer lugar, la visión de conjunto en la que aparecen San Ciriaco y Santa Paula a los lados de la parroquia de los Mártires. «Es un préstamo iconográfico que procede de la admiración de Juan Casielles por la ciudad de Sevilla, al adaptar la fórmula iconográfica con la que se representa a las mártires patronas de esa ciudad, las Santas Justa y Rufina, escoltando la Giralda».

Juan Antonio Sánchez López detalla que según la leyenda, se produjo una intercesión de las santas para que la Giralda no se derrumbara durante un terremoto, de ahí que estén ligadas a la torre «como elemento icónico».

El segundo préstamo se centra en la figura de San Ciriaco, que de forma singular aparece desnudo, cuando siempre se le representa vestido junto a Santa Paula, «en el momento de la lapidación». Para el catedrático se trata de un claro homenaje a San Sebastián. «Es en realidad un San Sebastián sin flechas», subraya, por lo que concluye que supone «un valor añadido muy interesante, aparte de la reivindicación histórica de los patronos».

Con respecto a la ejecución del trono, el experto destaca que es «muy buena», porque aparte de ser «uno de los grandes trabajos de los talleres de Villarreal para Málaga», Juan Casielles intentó esbozar un concepto de trono «que rompiera la línea habitual de un trono de orfebrería» al ser «un intento de llevar a la orfebrería las líneas maestras de un trono de talla. Trabajar el metal como si fuera madera».

Todos estos valores justifican que esta obra haya sido elegida hoy por el catedrático de Historia del Arte como representante del Domingo de Ramos en Málaga.