La Guardia Costera de EEUU permitió a BP recurrir en exceso a químicos tóxicos para dispersar el crudo vertido al golfo de México, pese a una directriz federal que restringía al máximo su uso, según un nuevo informe del Congreso divulgado ayer por medios estadounidenses.

El uso por parte de la petrolera de sustancias químicas tóxicas para separar y diseminar el crudo en la superficie de las aguas no es una novedad pues ya en mayo los medios de comunicación denunciaron esa práctica, pero lo que sí consta ahora es que la Guardia Costera lo permitió e ignoró una normativa que autoriza su uso solamente en «casos raros».

El documento, publicado ayer por The Washington Post, fue elaborado por el Subcomité de Energía y Medio Ambiente de la Cámara de Representantes, que revisó documentos de BP y del Gobierno de Estados Unidos.

Los investigadores del Congreso concluyeron que las excepciones autorizadas por la Guardia Costera «no eran en absoluto limitadas», según dijo el representante demócrata por Massachusetts Edward Markey, que preside el subcomité, en una carta dirigida al almirante retirado de la Guardia Costera Thad Allen, que supervisa y coordina la respuesta del Gobierno al vertido.

El informe revela que la Guardia Costera autorizó en 74 ocasiones las peticiones de BP para usar químicos tóxicos en la superficie y también bajo el agua en la cercanía del pozo que vierte crudo desde el pasado 20 de abril, cuando explotó la plataforma de exploración.

De hecho, las excepciones fueron emitidas durante 54 días y después de que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) restringiera el 26 de mayo el uso de los químicos, agrega el Congreso en la investigación. La EPA, junto con la Guardia Costera, tomó la decisión de pedir a BP que dejara de aplicar los químicos en la superficie.