«Muchas personas van al médico pidiendo un antiflamatorio porque les da seguridad. Otros te dicen que los llevan un mes tomando y no les hace nada. Nos hemos vuelto muy dependientes de las medicinas. Habría que utilizar más el sentido común», opina la fisioterapeuta Karina Piñeiro que aplica la osteopatía o receta medicamentos homeopáticos en su consulta.

Piñeiro añade que, en la sociedad «estamos muy desconectados de nuestro cuerpo a diferentes niveles». «La falta de determinados suplementos tiene como consecuencia dolores musculares, calambres… Una cicatrización que no va como debe se puede deber a la falta de una vitamina. Algunos procesos inflamatorios que no curan se deben al consumo de leche», asegura la citada experta homeópata.

Las terapias naturales pueden ser claves en el bienestar mental. «Uno puede ir a un médico con muchos títulos y no irle bien. Lo mismo pasa con estas terapias. Todo es relativo. Al salir de una consulta hay que preguntarse: ¿Me sentó bien? ¿O salí con más problemas que con los que entré?», propone Emilia Martínez, de la Federación Española de Reiki.