Cuando hablamos de precisión y de tiempo en el mundo de la relojería surge el término 'manufacture d'horlogerie', un tecnicismo francés que se traduce como “manufactura propia”. Pero, ¿en qué consiste? Este movimiento hace referencia a cuando un fabricante realiza él mismo cada una de las piezas del reloj, a diferencia de aquellos que compran algunos componentes a terceros.

Solo se considera manufactura si la mayoría del diseño y la realización es de producción propia, aunque se puede aceptar que algunas piezas se adquieran a otras fábricas muelles, tornillos o rubíes. Para que una compañía sea considerada manufactura, sólo tiene que producir un movimiento propio.

Se trata de una técnica de la que muy pocas marcas pueden presumir y suele asociarse a relojes de alta gama. Entre ellas, encontramos a la firma Tudor, que ha logrado marcar un importante hito en su larga historia con la creación de sus dos nuevos modelos North Flag y Pelagos. Ambos relojes cuentan con un movimiento con certificado COSC (Control Oficial Suizo de Cronómetros), reserva de marcha de 70 horas y mecanismo bidireccional