Astrobiología / Astrofísica

La vida podría existir desde los inicios del Universo

Los ladrillos fundamentales para el desarrollo de la vida estarían incluidos en las estrellas más antiguas

Titán, la luna de Saturno, capturada en color natural por la sonda Cassini-Huygens en agosto de 2009. Una próxima expedición a este satélite podría confirmar la presencia de vida microbiana.

Titán, la luna de Saturno, capturada en color natural por la sonda Cassini-Huygens en agosto de 2009. Una próxima expedición a este satélite podría confirmar la presencia de vida microbiana. / Créditos: NASA/JPL/Space Science Institute.

Pablo Javier Piacente

El físico Avi Loeb sostiene en un reciente artículo que los elementos para el desarrollo de la vida tal como la conocemos podrían estar presentes en el cosmos desde la formación de las primeras estrellas, unos 100 millones de años después del Big Bang. También postula que esta hipótesis podría comprobarse si la misión Dragonfly de la NASA en 2028 a Titán, la luna rica en materia orgánica de Saturno, descubre vida microbiana.

Los últimos datos aportados por el Telescopio Espacial James Webb (JWST) indican que las primeras estrellas se formaron alrededor de 100 millones de años después del Big Bang, cuando el cosmos tenía un porcentaje mínimo de su edad actual, estimada en 13.800 millones de años. Según el físico Avi Loeb, director del Proyecto Galileo y científico de la Universidad de Harvard, estas primeras estrellas ya habrían contenido el germen primario de la vida, que de esta manera existiría en el Universo desde mucho antes de lo pensado hasta hoy.

Vida desde los inicios del Universo

En un artículo publicado recientemente en The Debrief, Loeb sostiene que estos primeros “reactores nucleares estelares” fusionaron hidrógeno con elementos más pesados, como por ejemplo el carbono y el oxígeno, que son esenciales para la química de la vida tal como la conocemos, o el hierro, que es primordial para la formación de planetas rocosos capaces de albergar agua líquida en su superficie, entre otros.

Cuando estas primeras estrellas masivas explotaron y enriquecieron su entorno con estos elementos pesados, la vida podría haber comenzado en sus manifestaciones iniciales, emergiendo en forma de vida microbiana en los contextos adecuados. Lógicamente, solo miles de millones de años después habría evolucionado hasta transformarse en formas de vida complejas en la Tierra y, quizás, en otros puntos del cosmos.

Sin embargo, nuestro limitado punto de vista del cosmos nos impide sacar conclusiones sobre formas de vida alternativas y sobre lo que sucedió realmente en nuestro pasado. Además, nuestro horizonte cósmico limita a los telescopios a documentar lo acontecido a nuestro alrededor durante el tiempo de viaje de la luz desde el Big Bang hasta hoy.

Buscando pruebas

Según el científico estadounidense, podríamos compensar esta limitación desarrollando una teoría de la gravedad cuántica, que nos permita descubrir qué sucedió antes del Big Bang o más allá de nuestro horizonte cósmico. Pero eso lleva mucho tiempo e intensas discusiones entre los científicos, además de tratarse de una teoría que luego deberá comprobarse de alguna forma en la realidad.

Loeb se pregunta si podríamos descubrir en el corto plazo alguna evidencia de la existencia de vida microbiana desde el cosmos primitivo, y postula en un estudio de 2022 que la clave podría estar en Titán, una de las lunas de Saturno. Sugiere que si se descubre vida en sus océanos líquidos de etano y metano, entonces la vida microbiana también era posible en el Universo primitivo, ya que las condiciones de Titán son prácticamente idénticas a ese momento inicial del cosmos.

Por ejemplo, la temperatura de la superficie de Titán, de aproximadamente -179,15 grados Celsius, coincide con la temperatura promedio en el Universo después de que se formaron las primeras estrellas. En 2028, la misión Dragonfly de la NASA promete revelar el misterio sobre la existencia de vida microbiana en Titán: un resultado positivo podría darle mayor sustento a la hipótesis de un surgimiento primario de la vida en el cosmos.