Celebración

Ni la lluvia frenó la fiesta de los campeones de Europa

Con algo de retraso por las inclemencias meteorológicas, el Unicaja se paseó por las calles de Málaga para brindarle a sus aficionados el título de la Basketball Champions League

Beatriz Tocón

Beatriz Tocón

No lo pusieron fácil la lluvia y el frío, pero Málaga y el Unicaja pudieron celebrar como se merecían el título de la Basketball Champions League logrado ante el Lenovo Tenerife (75-80). Cientos de personas se echaron a las calles de la ciudad, desde Los Guindos hasta el Santuario de la Victoria, para festejar el sexto trofeo de la historia de Los Guindos, este último con un sabor especial por lo vivido en 2023.

No obstante, lo de este lunes simplemente fue una continuación de la fiesta que ya empezó en el Belgrado Arena con la afición allí presente y que tuvo uno de sus grandes momentos en la llegada al aeropuerto cuando 200 personas, a las 5 de la mañana, recibieron a los campeones ofreciendo la enésima demostración al mundo del baloncesto de lo que es y siente la ‘marea verde’.

A partir de ahí, llegaron los contratiempos meteorológicos. La lluvia amenazó la celebración verde y morada por las calles de Málaga. En un primer momento, se atrasaron todas las citaciones media hora, pero aún hubo que esperar más a la llegada del autobús descapotable. Una fiesta sin retraso no es una gran fiesta y no fue hasta las 18.30 horas cuando varios equipos de la cantera despidieron al Unicaja para poner en marcha su desfile hacia el centro de la ciudad

La primera parada fue la Plaza de la Marina con la visita a la sede de Unicaja Banco. Allí esperaba José Manuel Domínguez, presidente de Fundación Unicaja, junto a una gran comitiva de directivos. Allí llegó la primera presentación del título a los aficionados en la que distintos jugadores salieron el balcón para ofrecer al público el trofeo de la Basketball Champions League. 

Pero la fiesta se iba a desatar por completo unos minutos más tarde en el Ayuntamiento de Málaga. Primero tocó cumplir con los protocolos institucionales. Francisco de la Torre, alcalde de la ciudad; Francisco Salado, presidente de la Diputación de Málaga; Borja Vivas, concejal de Deportes y otros tantos representantes de distintos partidos recibieron al Unicaja en las escaleras. Allí le entregaron a los jugadores el escudo de la ciudad. Sin embargo, una vez empezó a rotar el micrófono, la locura se hizo manifiesta.

Celebración del título de la BCL del Unicaja por las calles de Málaga.

Kravish, Osetkowski, Kalinoski y Alberto posan con el título. / Álex Zea

Alberto Díaz, el capitán, fue uno de los valientes en hablar: "Llenáis el carpena cada día nos apoyáis, nos dais mucha fuerza. Nuestro cuerpo técnico y nuestros jugadores flipan cada vez que van al Carpena. La gente piensa que es fácil ganar un título es fácil, pero no lo es y mantener a este equipo tampoco. Son la leche, disfrutémoslo, sigamos dándole todo lo que se merecen". Ibon Navarro, sin apenas voz, fue contundente y conciso: "Vamos a por el plan".

Dylan Osetkowski

Aunque hubo un protagonista muy especial: Dylan Osetkowski. Ya lo fue en Belgrado, en la llegada al aeropuerto y ante los aficionados concentrados. Esta vez no tuvo que ver nada con la promesa de una fiesta, sino que fue su futuro un auténtico clamor. "Dylan, quédate" ha sonado estos días casi tantas veces como el himno del Unicaja. ¿Se quedará? Habrá que esperar para saberlo, pero también quiso mandar un mensaje a la 'marea verde': "Gracias por su apoyo, os amo, vamos a por la Liga"

En el Santuario de la Victoria, a los pies de la patrona de la ciudad, acabó la fiesta sin tiempo para descansar. Este martes habrá que volar a Tenerife para volver a competir el miércoles ante el Lenovo en la Liga Endesa. Una jornada clave que podría firmar ya, como mínimo, la segunda plaza en la temporada regular. Hasta entonces, toca seguir disfrutando de los campeones de Europa.