Espontáneo como pocos, dice verdades como puños. Manolo Gaspar llega desde el Levante, donde ha vivido un infierno- con compañeros que han tenido que vender propiedades para subsistir­- para comerse el mundo una vez que vuelve a disfrutar del fútbol. Salió del equipo por la puerta de atrás por culpa de Manolo Hierro. Antonio Tapia había pedido una cesión porque confiaba en su progresión. Pero el entonces director deportivo no le hizo caso. Ahora vuelve a ´su´ Málaga para demostrar toda la fuerza que tiene por la banda derecha, donde pujará con Jesús Gámez en uno de los puestos mejor cubiertos de la plantilla.

-¿Hasta qué punto es positivo un Málaga tan malagueñizado?

-Creo que la clave estará cuando se pasen malos momentos. La gente tirará del orgullo y del amor propio si se pasa mal. No es lo mismo el que sea de aquí, que el que sabe que luego se va a ir. Los comentarios no pesan igual. No quiero decir que esos jugadores no sientan al Málaga. Pero los malagueño tiraremos del vestuario y empujaremos a los que se relajen un poco.

-Aparte de Jesús Gámez, Silva, Goitia, Nacho, Arnau, Salva y su paisano -paleño- Gaitán, ¿a quién conoce en la plantilla?

-A Apoño, de cuando yo estaba en el filial y él era juvenil, y a Fernando, de cuando estábamos en las selecciones malagueñas. Él era cadete y yo, infantil.

-Cuando usted recibe la llamada del Málaga para jugar la próxima temporada en Primera, ¿se lo piensa?

-No me lo pensé, porque tenía muchas ganas de volver y estaba pasando un momento complicado. Quería estar con mi familia. Mi padre está pasando por un trance difícil. Quería jugar en algún equipo cerca de Málaga.

-¿Cómo se produce ese momento de la llamada? ¿Dónde estaba y quién se pone en contacto con usted?

-Yo estaba en Ibiza. Me había ido cuatro días a desconectar con un ex compañero del Almería, Lozano, antiguo jugador también del Sporting. Me llamó Rodri, mi representante, pero no me lo terminé de creer, así que hablé con Antonio Tapia. Lo llamé, porque nunca se sabe hasta qué punto es verdad. Quería asegurarme de que era fuerte el interés por mí. Así recibí la noticia.

-¿Tiene una espina clavada con el Málaga por la forma en que usted salió pese a que era uno de los canteranos con mayor progresión?

-No. Puedo tener una espina clavada con alguna persona que quiso que yo no siguiera. El escudo del Málaga está por encima de las personas. Fue cuando entró Gregorio Manzano. Tapia pidió que me hicieran un contrato largo y que me cedieran. Pero no le hicieron caso. Se me cerró un ciclo. Yo tenía 22 años y por mí trajeron a Baraja, que tenía 24. Me dolió mucho. Pero no estaba resentido con el club. Siempre le he deseado lo mejor al Málaga.

-¿Hay que salir de la ciudad para triunfar? ¿Está de acuerdo con el dicho ´Nadie es profeta en su tierra´?

-La mayoría de los que nos fuimos hemos triunfado fuera tras salir de Málaga. Fue impresionante cómo me acogieron en el Almería. Los jugadores tienen que esforzarse en su tierra mucho más para ver recompensado el esfuerzo.

-Para quienes aún no le conozcan, ¿quién es Manolo?

-Soy un jugador de club, fuerte, rápido. Me gusta incorporarme al ataque cuando veo posibilidad de peligro. Estoy concentrado los noventa minutos.

-¿Y como persona?

-Soy un cachondo al máximo. Intento pasármelo lo mejor posible y ser serio cuando la ocasión lo requiere. Soy el típico que suele liar el taco en el vestuario. Aún es pronto para empezar, porque estoy cogiendo confianza con los que aún no conozco.

-¿Qué otras aficiones tiene al margen del fútbol?

-Me gusta mucho la pesca. Tengo un barco pequeño, que también lo tenía en Valencia. Me gustan las actividades acuáticas, como la tablita de surf o el rosco, aunque éstas más bien para que disfrute la familia. En el tiempo libre me gusta estar con mis amigos y, sobre todo, con mi hija, Zaira del Carmen, de tres años, y mi mujer, Mari. También me gustan mucho los coches.

-¿Puede ser el lateral derecho el puesto mejor cubierto de la plantilla?

-Eso se verá a lo largo del año. Jesús Gámez está en un buen momento, es un magnífico jugador, y yo estoy en mi mejor momento. Espero que sí, que esté bien cubierto y que por ahí no haya problemas.

-Del Levante, será mejor ni hablar, ¿no?

-He dejado allá buenos amigos. He madurado mucho en el equipo valenciano como persona. También he visto la parte más negra del fútbol. Por eso ahora valoro tanto estar en un club estructurado como el Málaga.