La «Naranja mecánica» holandesa que provocó una revolución con su «fútbol total» en los primeros años setenta acaba de dar un importante paso tecnológico adelante y ha entrado en la era digital con su tercera final del Mundial, a la que llega con muchos mejores registros que en las dos anteriores. Holanda se ha clasificado para la que será su tercera final mundialista de su historia, tras haber perdido las dos que disputó con anterioridad, en 1974 ante Alemania y en 1978 contra Argentina.

Aquel equipo, en el que jugaron futbolistas de la talla de Johan Cruyff, Johan Neeskens, Johnny Rep, Rob Ressenbrink o Ruud Krol, hizo historia en los mundiales y en las competiciones europeas de clubes gracias al potencial del Ajax de Amsterdam, pero no tuvo una actuación tan completa en cuanto a cifras como la del actual.

Sin embargo, aquel fútbol fue de más calidad, ya que a las órdenes de un entrenador de la entidad de Rinus Michels en 1974 y de austríaco Ernest Happel en 1978, los jugadores se intercambiaban constantemente de posiciones, desconcertaban al rival, lo desquiciaban y, en la mayoría de los casos, le ganaban.

Además de esos grandes jugadores, en el equipo estaban hombres como el portero Jan Jongbloed, que llevaba el número 8 a la espalda pese a ser guardameta, y futbolistas de la talla de Wim van Hanegem, Wim Jensen, Arie Haan, Wim Rijsberger, Wim Suurbier o los hermanos René y Willy van der Kerkhoff.

No todos estuvieron en los dos mundiales, ya que en el segundo, en Argentina, destacó la ausencia del gran líder del equipo, Cruyff, quien junto a Van Hanegem ya no jugó, mientras que los hermanos Van der Kerkhof, suplentes en Alemania, fueron una de las claves del torneo de Argentina, junto a Ernie Brandts.

En Sudáfrica, la actual selección ha ganado sus seis encuentros ante Holanda (2-0), Japón (1-0), Camerún (2-1), Eslovaquia (2-1), Brasil (2-1) y Uruguay (3-2), por lo que el balance de sus triunfos se apuntala en doce goles a favor, cinco de ellos marcados por Wesley Sneijder, y cinco en contra.

En sus anteriores mundiales, la trayectoria nunca fue tan completa, aunque en los dos llegó a la final que perdió sin conocer la derrotas. En Alemania ganó cinco partidos y empató uno y en Argentina no empezó bien, puesto que llegó a la final con tres victorias, dos empates y una derrota.

También goleó a Argentina

La «Naranja mecánica» debutó en el Mundial de 1974 con un triunfo contra Uruguay, su último rival hasta el momento en Sudáfrica, por 2-0. A continuación empató con Suecia (0-0) y ganó a Bulgaria (4-1). Así se clasificaron para la segunda fase de grupos, en la que ofrecieron una de las mejores imágenes de un equipo en un Mundial y ante rivales de entidad como Argentina, la República Democrática Alemana, que había ganado a la Federal, y Brasil.

Ante Argentina la victoria fue contundente, por 4-0, ante la República Democrática Alemana por 2-0, y contra Brasil por 2-0, en un partido de gran superioridad de los holandeses. Luego llegó la final, puesto que no había semifinales, en la que Holanda perdió por 2-1 ante los anfitriones alemanes.

Cuatro años después, ya sin Cruyff en el equipo, Holanda empezó con un triunfo por 3-0 ante Irán, también empató a cero en su segundo encuentro como en 1974, en esta ocasión contra Perú, y perdió con Escocia por 2-3, aunque se clasificó.

También mejoró en la segunda fase y ganó a Austria (5-1), empató a dos con Alemania y venció por 2-1 contra Italia, lo que le dio el pase a la final, en la que perdió con los argentinos por 3-1.

Años después, Holanda vivió etapa de esplendor con el equipo de Gullit, Rijkaard o Van Basten, hasta que ahora ha vuelto a vivir una etapa pletórica.