El bicho ni tiene dos cabezas ni echa fuego por la boca ni aplasta con la mirada. Sus canastas valen dos puntos. O tres. Y, dependiendo de si hay falta, hasta cuatro. Exactamente igual que las del Unicaja. El Barça es buenísimo. Ya lo sabíamos, claro. Pero el Unicaja, este Unicaja de los dos últimos meses, ni es manco ni es tan malo como se empeñó en demostrar al principio de curso. Sin la temida presión que ha pululado y dañado las cabezas verdes este curso, Aíto y sus hombres domaron al león. Le quitaron la careta al Barça a base de descaro, acierto y humildad. Caía un triple de Neal, otro de Freeland y uno más de Dowdell. El Unicaja se divertía, corría y disfrutaba. El bicho también lanzaba zarpazos, pero sin dar de lleno. Las dentelladas malagueñas eran crueles. Ahora Neal, luego Freeland. Respondían Navarro, Mickeal y Lorbek. Vivió feliz nuestro equipo. Cabeza alta, orgullo henchido y marcador a favor: 49-50. Pero el bicho despertó.

Fichen a un psicólogo

Fue irse al descanso (44-48) y verse por delante en el marcador, y el equipo malagueño se acongojó. Quizá se creían los chicos de Aíto que iban a Barcelona de vacaciones, a pasear por Las Ramblas y visitar la Sagrada Familia. No, muchachos. Lo que había en juego era una semifinal de Liga ACB. El atrevimiento se convirtió en miedo. La alegría, en zozobra. El acierto, en errores. Los fallos ante la canasta blaugrana permitieron que el bicho se lo creyera. Y saliera en oleadas al contragolpe de la mano de un Ricky que las metió de todos los colores. Y si no, Morris, con dos piernas como muelles, las hundía ´pa bajo´. Navarro se encargó de despertar del sueño al Unicaja con tres triples. Y todo se fue al garete. Tiene mucho mérito meterle al Barça 48 puntos al descanso. Pero claro, si luego te meten 35 en el tercer cuarto, estás muerto. Eres cadáver.

Dowdell, a lo Cabezas

El Barça debería fichar a Zabian Dowdell. El tipo le tiene tomada la medida a los aros del Palau. En el encuentro de Liga transformó 16 puntos. Y ayer, en un ratito, volvió a firmar esa puntación: 16. El americano entró en el partido (21-13, 7´) en el triple cambio que nos dio la vida. Cuando se fue, el equipo ya ganaba 31-34 (15´). Con él en pista, el Unicaja se anotó un parcial de 10-21. Estuvo muy bien: acertado, sólido, activo en la defensa zonal y decidido para tomar buenas decisiones ofensivas. Me recordó un montón al primer partido de la serie de ´semis´ del año pasado, en la que Carlos Cabezas salió y reanimó al equipo y luego se marchitó en el banquillo. Y cuando lo quisieron rescatar, el Unicaja ya no estaba ni para hacerle el boca a boca. Porque cuando Dowdell volvió a entrar en escena, para sustituir a un horrible Cook, los verdes ya palmaban 66-56. O sea, que le había caído un parcial de órdago. En pleno vendaval culé ya no había patrón que sacara el barco a flote. Por cierto que cuando amainó la situación y los locales dejaron de ganar por 15, Dowdell y Neal, los que veían aro con mayor claridad, estaban en el banco. Quizá descansando para el partido de mañana.

Mejor anotación ante el Barça

El camino andado ayer debe darnos esperanzas y fe. Se le puede meter mano a este bicho, a esta fiera. El Unicaja anotó 82 puntos e igualó la máxima anotación que el Barça ha recibido este año en la Liga ACB. Sólo otros dos equipos han podido hacerle tantas canastas a los catalanes. El Barça venció en casa 103-82 al Xacobeo y también se impuso en Manresa por 82-87. El cuadro de García Reneses también hizo ayer esos 82 puntos. Y tiene mucho mérito. El Barça es mejor. Y lo demostró. Pero delante tuvo anoche un equipo que le echó corazón y que defendió con orgullo su escudo. El Unicaja salió con la cabeza alta del Palau. El sábado, además, hay que salir con el 1-1.