El futuro de Álex Abrines podría acabar en los tribunales, según afirma su representante, Igor Crespo, si el entorno del jugador cree que no hay un acuerdo satisfactorio para sus intereses.

Abrines, pretendido por el Barcelona, depositó hace un par de semanas 300.000 euros para resolver su contrato que finalizaba la próxima temporada. Igor Crespo explicó que el asunto está encallado porque «el Unicaja no quiere aceptar los 300.000 euros» al considerar que la cláusula es de 640.000 euros más el 18 por ciento de IVA.

Según fuentes del Barcelona, el club catalán ha intentado desencallar la situación y, «como un gesto de buena voluntad» ha ofrecido una cantidad simbólica al Unicaja, en una primera negociación en la que la entidad culé no ha incluido a jugadores para abaratar la operación, como ayer ya desveló este diario.

«El viernes conoceremos la decisión. Si nos dan la carta de libertad, perfecto, sino a partir de entonces, nuestro abogado tomará la decisión de demandar», dijo Crespo.

El representante del jugador desea que todo se arregle en un sentido u otro: «Igual nos dan el contrato por resuelto, o piden una cantidad adicional, no lo sé, lo que quiero es que contesten ya». Para Crespo, todo tendría que ser más claro: «Existe un mecanismo para resolver los contratos, pagas la indemnización y te vas, pero no es así, porque además mantienen el derecho de tanteo».

En cualquier caso, la representación de Abrines asegura que el jugador nunca pagaría los 640.000 euros más IVA puesto que el escolta no forma parte del primer equipo cajista.

Tampoco considera que deba abonar el IVA de esta operación. «Existen tres sentencias de Tribunales Superiores que avalan que las indemnizaciones por rescisión unilateral no están gravadas con IVA», aseguró.

Crespo también ha comentado que existe «una posibilidad grande» de que Abrines pueda jugar la próxima temporada en algún equipo extranjero. «Ofertas no nos faltan, pero nuestra primera opción es que se quede en la ACB», dijo.

Mientras tanto, Unicaja y Barcelona mantienen contactos, en una operación que va apurando pasos, pero que no se espera que pueda resolverse de inmediato.