­Con el semblante serio, la mirada llena de preocupación y respuestas repletas de sinceridad, Fran Vázquez (1/5/1983), se siente responsable de la actual situación del Unicaja, aunque el capitán confía en sacar adelante el siguiente objetivo: jugar la Copa.

La primera pregunta es obligada: ¿qué le pasa al equipo?

Al principio de temporada jugamos un buen baloncesto, pero llevamos dos o tres semanas en las que jugamos un partido bueno y otro malo, y esa montaña rusa es una cuestión más de mentalidad que de otra cosa.

Este equipo ha demostrado que sabe hacer bien las cosas, ¿por qué ese bajón?

Al principio puedes decir que es un equipo nuevo y que en los primeros meses necesitas tiempo para conocernos y conjuntarnos, pero no podemos poner esa excusa toda la temporada. Nosotros, si fuese por el tema de que no nos conocemos, pues no hubiésemos tenido una primera racha tan buena. Nos conocemos bastante y nos falta mantener el nivel de juego los 40 minutos y todo el año. Habrá mejores y peores días, pero hay que dejarse la piel en la pista, aunque pierdas por uno.

¿Va a jugar el Unicaja la Copa?

Tengo confianza en mi equipo, si no la tuviera te diría que no. El equipo está preparado y capacitado para estar en la Copa del Rey. Yo confío en mis compañeros y tengo la ilusión de estar. Siempre la he jugado, es una competición muy bonita y tanto Málaga como el Unicaja se la merecen.

El equipo solventaba los partidos ante rivales inferiores y se le echaba en cara que perdía ante los grandes. Se gana en Tel Aviv y desde entonces llegan derrotas con Estudiantes, Blusens, CAI...

En Euroliga sí estamos teniendo buenos resultados, no sé si porque estamos pensando en que somos un equipo de Euroliga y que somos fuertes. Pero en la Liga vamos poco a poco y a veces nos equivocamos en ese sentido, porque en Euroliga hay que jugar duro y hacerlo todo bien, pero también en la ACB, porque es una Liga muy fuerte. A veces tardamos en entrar en esa faceta de luchar y ser intensos, y va en contra nuestra.

¿Cómo ve el vestuario?

Después de una derrota, dándole vueltas, no muy contentos. Si hubiésemos perdido por uno o por dos, al final, pues se ha luchado pero no ha salido. Pero en el último partido ganábamos al descanso y al final perdimos de esa forma... Pues el equipo está tocado y con ganas de levantarse, de jugar en casa y lograr ahora dos victorias. Sobre todo por la gente que viene a vernos y porque ver esa imagen del equipo pues no gusta.

Éste es su primer bache como capitán de un equipo. ¿Se siente por eso más responsable?

Ya he tenido esta conversación contigo y otros compañeros. Yo me siento con mucha presión, no tanto presión... sino con ganas de hacerlo todo bien, tanto en defensa como en ataque, y no es una excusa ni mucho menos, pero a veces me cuesta, porque quiero hacer tantas cosas bien, que al final me sale al revés, y no hago nada bien al final. Me Siento como defraudando a la gente. Y hoy no me sale y digo... ¡«Ostras»! E intento hacerlo bien, pero me sale peor, y la verdad es que es una situación mala personalmente. Colectivamente yo no lo llamaría una crisis, eso es perder cuatro o cinco partidos seguidos o lo que pasó el año pasado, muchas derrotas consecutivas y yo creo que eso sí sería crisis. Esto es un bache tonto. Nosotros mismos lo provocamos. Y lo hemos demostrado en la pista: Cuando lo hacemos bien somos el mejor equipo y cuando estamos mal somos horrorosos.

El domingo, en Zaragoza, Jasmin Repesa les reunió y les pidió que le dijeran si él está haciendo algo mal para solucionarlo, para cambiarlo. ¿Qué sucede?

No hay ningún problema ni con él ni con nosotros. Es más una cosa de mentalidad, de intensidad en el juego. Ante equipos grandes no competíamos, entre comillas, y ahora es al revés. A veces seleccionamos contra quién queremos jugar y eso no se puede hacer, ni a partir de ahora en el Top 16 ni tampoco en esta Liga Endesa en la que, aunque parezca que no, es muy dura, y todos los rivales, inferiores o superiores, te puede ganar.

Por trabajo y entrenamientos no es. ¿Puede que el problema radique en que hay jugadores que no están acostumbrados a competir al máximo nivel dos partidos por semana?

Yo creo que de los 12 jugadores, todos hemos jugado dos competiciones a la semana, y el que no lo ha hecho, pues se adapta. Entrenamos duro y con intensidad, aunque tampoco entrenamos mucho por los viajes tan largos, pero ésa no debe ser excusa. Lo que hacemos en los entrenamientos hay que llevarlo a la pista. Entrenamos bien y hay que tomarlo así en los partidos, para sumar victorias.

Las próximas cinco citas en la ACB son contra Canarias, Barcelona, Valencia, Gran Canaria y Cajasol. ¿Ve posible superar ese calendario y llegar a la Copa?

Lo tenemos complicado. El miércoles tenemos un partido contra un equipo que mucha gente no conoce, pero que está ganando y hay que tener cuidado. El calendario es bastante fastidiado. Luego viene el Barça y vamos a Valencia y a Gran Canaria, que acaba de ganarle al Barça. Y acabamos contra el Cajasol, que mucha gente lo ve abajo, pero no te puedes confiar ni de tu propia sombra. Hay que estar con los cinco sentidos metidos en pista y jugar al nivel de principio de temporada: defender como cabrones y correr.

Los mismos tapones que Arvydas Sabonis en la ACB... ¡Vaya nombre!

Me enorgullece, la verdad, estar con nombres que han sido ídolos para todos en el baloncesto. Estar ahí es bueno, y ahora voy a por Romay, que es el siguiente.

Y la semana que viene, el Top 16. ¿Cómo lo ve?

Nuestro objetivo es conseguir victorias en el Top 16. El año pasado este equipo no pudo conseguirlas y queremos lograr las victorias de casa y fuera coger alguna... El Alba y el Brose, con todo el respeto... hay que tratar de ganar allí. Aunque ya vimos cómo sufrimos ante el Alba, tanto en Málaga como allí en Berlín. Pero este equipo ya le ha ganado al Maccabi.