59 de los 10.000 espectadores que abarrotaron el Martín Carpena el pasado viernes se han desplazado hasta Barcelona, en un viaje en autobús de 13 horas de duración, para apoyar al equipo malagueño en su aventura en el Palau. La expedición llegó a las inmediaciones del Palau a las 14.30 horas y recibió al Unicaja a su llegada a la pista del Barça, a la que jaleó y animó. Una hora antes de que arrancara el partido ya estaban los seguidores en las gradas, en la zona central más alta del vetusto pabellón culé.

La visita de los aficionados ha estado rodeada de polémica, ya que el Barça ha puesto las entradas a 31 euros, mientras que ha puesto una promoción para sus seguidores a sólo cinco euros para tratar de que el Palau tenga un buen ambiente.