«Estar en la Copa será un poco más difícil este año». Son palabras de Joan Plaza, del pasado jueves, en la previa del encuentro de Euroliga ante el Estrella Roja. Era otra competición, otro escenario y otro partido. Pero la Copa del Rey, de forma inconsciente, ya comienza a estar pululando por la cabeza del cuerpo técnico del Unicaja. Y de todo el club y de sus aficionados, por supuesto. La durísima temporada lo va a complicar todo un poco más. Y menos de 48 horas después de vencer en el Carpena al campeón de la Liga Adriática, el Unicaja hace el petate, viaja hasta San Sebastián y juega esta tarde contra el Delteco Gipuzkoa Basket.

La Copa este curso vuelve a viajar hasta las islas afortunadas y los ocho mejores de aquí a diez partidos (en el ecuador de la temporada en la jornada 17) estarán en el torneo del KO. Y el Unicaja corre el riesgo de poner todos los huevos en la misma cesta. O, mejor dicho, que las luces de la Euroliga le deslumbren de la palmaria realidad: la ACB es la única vía real que le puede devolver a la mejor competición continental para el próximo curso.

El cuadro malagueño está ya en el límite de lo permitido. Es séptimo, con un balance de cuatro triunfos y tres derrotas. Y la victoria de hoy en San Sebastián son de las que, a priori, están metidas en el saco de obligatorias para cumplir el objetivo copero.

Haría bien el Unicaja en ir sumando. Y en hacerlo, además, lejos de casa. El cuadro verde no sabe lo que es ganar en ACB fuera del Carpena desde el 1 de octubre. Es decir, desde que se inauguró la Liga, en la pista del UCAM Murcia, hace ya un mes y medio.

Es justo reconocer el doble y hasta triple esfuerzo que desempeña el equipo. Sin ir más lejos, esta próxima semana vuelve a haber dos encuentros de Euroliga. El martes viene a Málaga el Zalgiris y el jueves se viaja a Madrid. La ACB parece abocada a un segundo plano. Pero el Andorra, el próximo domingo a las 12.30 horas, esperará al Unicaja con las garras bien afiladas en el Principado.

El Unicaja se mide esta tarde al cuadro vasco con la alegría de haber recuperado la senda de la victoria perdida ante el Baskonia. Mezcló buenos minutos el Unicaja ante el Estrella Roja con algunos de relajación. Y eso es peligroso. Este Unicaja tiene menos dinamita en sus manos que el del pasado curso y necesita más elaboración, más circulación, más trabajo ofensivo para desarrollar su juego. El viernes brillaron con luz propia los dos escoltas (Nedovic y Salin), ambos muy acertados en el juego exterior. Fueron, eso sí, los únicos. «Nedo» enchufó 3 de 7 y Salin estuvo sensacional con 5 de 7. Ni un solo cajista anotó un triple más. El 34% desde la línea de tres se compensó con rebote (41 por 32) y acierto cerca del aro (57%).

Los verdes necesitan más clarividencia de sus bases, ya que ni McCallum ni Alberto Díaz están brillantes en el puesto de «uno». Por dentro, Augustine fue esta vez el baluarte y dio descanso a un Shermadini que tras un par de buenos encuentros volvió a bajar. No tuvo delante un pívot grande, como él. Algo que sí tendrá hoy. De hecho, Shermadini se medirá al mejor jugador de la ACB, el holandés Henk Norel.

Con un promedio de 23,9 de valoración, el pívot del Gipuzkoa está en el mejor momento de su carrera. Norel mete 16,1 puntos por partido (sexto máximo de la ACB) y es el mejor reboteador, con 9,29. Será un bonito «baile».

También echará chispas el duelo de francotiradores. Jordan Swing promedia 14,7 puntos (11 en el ránking de anotadores) y Nemanja Nedovic, que con 13,7 puntos ocupa el puesto 14. Swing es un «raza blanca tirador» del estilo de Adam Waczynski, con la confianza, los minutos y los tiros que el polaco tenía, por ejemplo, en el Obradoiro. Pararles será muy importante, ya que en Norel y Swing se sustenta el equipo de Porfi Fisac, con la ayuda de una tercera pata, la de Daniel Clark.

El conjunto vasco arrancó muy fuerte, aunque ha bajado su nivel en los dos últimos partidos. Su registro de 2-4 le tiene en la parte media-baja de la clasificación. Éste es un partido que el Unicaja debe ganar sí o sí para evitar males mayores clasificatorios y enmendar la caída ante el Baskonia. Con cinco triunfos, la Copa estará mucho más cerca y evitaría quebraderos de cabeza innecesarios.