Todos los malagueños saben perfectamente cual es el producto estrella del verano: el helado. Y la cultura heladera hace que cada vez seamos más exigentes: textura, sabor, cremosidad,etc. Pablo y Santiago Casares son dos hermanos que apostaron por el mundo heladero hace ya dos años, Fratelly (hermano en italiano) es su gran contribución al panorama de este bocado frío.

«La idea fue de Santiago que es muy heladero y siempre ha querido montar este tipo de negocio», declara Pablo sentado en la terraza de su local. Dos jóvenes emprendedores que quisieron apostarlo todo para poder cumplir uno de sus sueños. Este verano decidieron ir a la meca de los helados: Italia, para empaparse de toda la cultura de este sector. Se dirigieron a Sige, la mejor feria del mundo. «Queríamos ver como se hacía el helado allí», cuenta el joven empresario y seguidamente afirma: «Málaga tiene una cultura heladera que, para mi gusto, supera la Italia. Málaga tiene el mejor helado».

En Italia la ejecución de la producción del helado no es como en nuestra región. Los italianos deciden prescindir del veteado (los trozos) algo que en Málaga encanta, y aunque utilicen productos de primera calidad hay muchos que echan en falta los pequeños trocitos.

Fratelly realiza sus helados con cuatro capas: Tres internas para darle consistencia y una exterior para que le otorga la gracia. Además, Pablo confiesa el secreto para que pueda considerarse un buen producto: « La materia prima es lo primero, pero el secreto es que el helado esté recién hecho». El establecimiento cuenta con numerosos sabores que ya gustan a la vista: mango, cereza, chocolate negro, nutella, etc. Pero el que está enganchando a todos los habitantes de la zona es La Bomba. Pablo se muestra muy receloso a la hora de revelar los ingredientes de este nuevo sabor. «Podemos decir que es una mezcla de tres chocolates, y que el chocolate blanco es el estrella». La Bomba es un producto único de Fratelly que hace la boca agua a los amantes del chocolate. Los sabores que más deleitan al público, según Pablo, son: «El turrón no baja, es un clásico. Ahora también gusta mucho el de piñones». Los pistachos de Bronte son traídos desde Sicilia, crecen a las orillas del Etna y confieren al helado un sabor muy especial.

Pablo recuerda como fueron los meses previos de abrir, como todo emprendedor los nervios y agobios estaban asegurados pero sabía por lo que estaba apostando: «Una buena heladería en Málaga, una buena ubicación y unos buenos productos y estás apostando al caballo ganador». Y razón no le ha faltado, después de dos años ubicados en el calle Tomás Echeverría, la heladería está triunfando y cada día gana más adeptos.

Los productos de calidad

«Para ofrecerle al público un buen helado siempre tienes que tener a mano los mejores productos del mercado» asegura Pablo. La procedencia de los productos que ofrece Fratelly es muy variada: El turrón de Jijona, las milhojas son de Pastelería Daza, de la premiada Puri Murillo por su repostería; piñones de Valladolid; pistachos de Sicilia; la fruta de la Axarquía; etc.

Dos hermanos que están levantando su pequeño imperio del helado, pensando siempre en el paladar de los ciudadanos malagueños que cada vez son más expertos en el mundo de la tarrina y el cucurucho.