Con la llegada del calor y el buen tiempo, la cantidad de viajes y salidas aumenta. Para los dueños de perros puede llegar a ser un problema transportar a sus compañeros en el coche, debido principalmente a los mareos. Este problema surge por una sobrestimulación del laberinto auditivo, conducto situado en el oído interno, y los cachorros y ejemplares más jóvenes son los más propensos a sufrirlo.

Una mala experiencia a bordo puede causar que el perro desarrolle conductas de miedo y evitación respecto al vehículo, por lo que es necesario acostumbrar al animal desde pequeño para evitar posibles problemas de comportamiento de cara al futuro. Los síntomas más habituales del mareo en perros suelen ser los siguientes: agitación, jadeos, hiperventilación, temblor y vómitos.

Es aconsejable habituar a los cachorros empezando con unas sesiones de conducción cortas, cuya distancia vaya aumentando gradualmente, y siempre hacia lugares que les gusten (como parques o playas). Una conducción moderada y suave es preferible durante las primeras sesiones, vigilando periódicamente el estado del perro. Situar a nuestro compañero canino en el maletero podría causarle mayor mareo que colocándolo en el asiento trasero.

Consejos

Antes del viaje se recomiendan 4 horas de ayuno, evitando también que beban agua. Existen también medicamentos que evitan los mareos y el vómito. Un veterinario puede aconsejar al respecto. Asimismo, es importante parar periódicamente para que el animal pueda beber un poco de agua (no mucha) y correr un poco. Esto reducirá las posibilidades de mareo. Una temperatura ideal y ventilación adecuada ayudaran a que nuestro perro viaje más a gusto.

En caso de que experiencias desagradables del pasado hayan causado que el animal desarrolle actitudes de rechazo a viajar en un vehículo, debemos readaptarlo siguiendo los mismos consejos que con un cachorro, pero será necesaria una mayor paciencia y tacto para evitar que nuestro compañero se estrese y acabe por cogerle más pánico a viajar.