Al comprarse un pantalón, ¿quién no se tiene que coger un trozo más del bajo de una pierna que de otra? ¿Hasta qué punto es normal y en qué momento pasa a ser una patología el tener una pierna más corta que la otra? El caso es que una de cada 10 personas tiene de forma normal una pierna más larga que la otra sin ser algo patológico.

"Tampoco hay una causa clara. Suelen ser diferencias pequeñas, menores de un centímetro, y no tienen repercusión la gran mayoría. El cuerpo perfectamente las compensa", asegura el jefe de Traumatología del Hospital San Pedro de Logroño, el doctor Jorge Martínez Iñíguez, en una entrevista.

Según indica, el cuerpo humano es simétrico, pero no al 100%. "Hay que actuar cuando se observa que esa diferencia de largura entre una pierna u otra tiene repercusión clínica. Puede detectarse, por ejemplo, al ajustar la ropa y coger el bajo de un pantalón, o bien en una revisión médica al analizar la cadera del niño, se puede ver si tiene una cadera más alta que la otra. Si tiene menos de un centímetro y no tiene repercusión clínica, no le afecta, no hay que hacer nada", agrega el experto.

El doctor Martínez cree que con menos de un centímetro es "raro" que tenga repercusión la diferencia de largura de la pierna, por ejemplo en una desviación de columna, que provoque una actitud escoliótica. Aunque generalmente esas causas se desconocen, dice que la dismetría puede producirse también por traumatismos o infecciones, por ejemplo.

Medidas

MedidasSobre las medidas a poner en marcha cuando la diferencia de largura entre una pierna y otra es notable, superior a un centímetro, el traumatólogo ve conveniente compensar hasta los dos o tres centímetros con un alza o plantilla.

"A partir de dos o tres centímetros normalmente hay que hacer tratamiento quirúrgico, que también varía. Hasta los cinco centímetros, aproximadamente, lo que se hace es un control del crecimiento, una técnica para un crecimiento guiado. A la vez, se frena el crecimiento de la pierna más larga con placas o grapas, bien del fémur o bien de la tibia, o bien de los dos, hasta que en el otro lado se iguala", precisa el especialista.

Igualmente, el jefe de Traumatología del Hospital San Pedro de Logroño sostiene que esta intervención quirúrgica está indicada en los últimos años de crecimiento del niño, con el objetivo de que esa mínima diferencia que le quede no vuelva a provocarle una dismetría. Según indica, el crecimiento de los huesos tiene lugar en las placas de crecimiento en los extremos de los huesos largos. Una de las técnicas más empleadas es la 'epifisiodesis', que consiste en raspar o taladrar la placa de crecimiento en el extremo del hueso de la pierna más larga para detener el crecimiento de dicha placa.

En cambio, precisa que, en dismetrías mayores de cinco centímetros, lo que hay que hacer es alargar la pierna más corta, no frenarla, a través de fijadores y clavos dentro del fémur, que suele ser lo más frecuente, o también en la tibia; o bien con fijadores externos con los que se da vuelta a una rueda, y se va alargando cada día un milímetro hasta conseguir la longitud deseada. Se puede alargar una pierna más de 10 centímetros.

"En general existen dismetrías que son diferencias normales. No hay alarmarse en dismetrías pequeñas. Además, muchas se diagnostican de adultos, al hacer una radiografía o un control de otra patología, en el que se ve que hay esa diferencia de longitud. Pueden también existir dismetrías en los brazos", sentencia el traumatólogo.