Lorenzo Reche, responsable del Restaurante Cueva de Nerja y del hotel Al-Andalus, el más próximo a la cavidad, fue uno de los testigos de este siniestro: «Por lo que hemos podido saber -nada más comprobar que no había víctimas ni daños personales- al conductor se le ha quedado enganchado un pedal en la ropa y ha perdido el control del autobús hasta romper el muro y caer sobre los coches».

Reche fue una de las personas que también se temieron lo peor en un principio. «Menos mal que no había turistas a esa hora. Nos ha llamado mucho la atención que, después de los últimos accidentes que se han producido estos días, el conductor se quedase inmóvil. No quería bajar, al creer que había fallecidos debajo del autocar».

Y es que apenas ha transcurrido una semana desde que se registrase la tragedia de Santiago de Compostela, que hasta ayer había dejado 79 víctimas mortales. Y tampoco se ha borrado de la memoria colectiva el accidente de un autobús en Italia que ha deparado cerca de 40 fallecidos esta semana. En este último caso el siniestro se produjo como consecuencia de una caída a un precipicio. f. e. nerja