Casi una veintena de agentes, ya superada la primera semana del dispositivo puesto en marcha para intentar localizar en Arenas a la joven rumana Dana Leonte, seguían ayer con sus tareas de rastreo en las inmediaciones del casco urbano y el entorno rural del municipio.

Cualquier zanja, por pequeña que sea, y todo tipo de perforaciones sobre el terreno, pueden permitir encontrar el rastro de una mujer que, como señalan fuentes de la familia, había protagonizado recientemente fuertes discusiones con su pareja.

Desaparecida el 12 de junio, justo cuando tomó una cantidad de dinero y advirtió a su pareja -con la que comparte una hija de apenas siete meses- que quizás no regresaría a casa, la búsqueda de la joven no se inició hasta los primeros días de la pasada semana.

En Arenas, a unos diez kilómetros de Vélez-Málaga, la calma empieza a recuperarse poco a poco «porque vemos a los agentes, pero las patrullas se dispersan y no estamos tan pendientes de ellos como los primeros días. Se han convertido en una parte ya del día a día y como esto es bastante tranquilo, no hay tanta sorpresa como al principio», matizaba un funcionario público.

En el Ayuntamiento, la impresión es similar. De momento se ha descartado movilización alguna o iniciativas vinculadas al suceso.