El segundo día que vengo al teatro. Con un nombre tan raro que para escribirlo lo he tenido que preguntar, supongo que me tendré que acostumbrar. Es acogedor, tiene buena acústica y con su escenario a la misma altura que la sala, algo que a lo que no estamos acostumbrados. Parecido a cantar en una esquina de una calle ya que tienes al publico casi al lado.

Un teatro nuevo, un teatro distinto, más que un teatro, una sala de audiencias, pero es el que tenemos y bienvenido sea. Sé de buena tinta el trabajo tan enorme que ha hecho el patronato de la Fundación para poder conseguir un escenario digno de nuestras preliminares. Parece ser que aún no nos merecemos el Teatro Cervantes. Sé de sobra que la junta directiva lo ha peleado y siempre han tenido un “no” por respuesta. Alguna vez me dijeron que era precipitado. Que el Cervantes es un premio que deben alcanzar los más dignos de cada modalidad y que no se llenaría para ver una preliminar donde sólo canta un cabeza de serie. Que todo lo demás es morralla y no merece la pena gastarse un duro o un euro en ir a ver la puesta de largo de todas las agrupaciones.

El primer día que cantas tu repertorio a Málaga, irónicamente, es el más importante. Para algunas agrupaciones es un mero trámite que hay que pasar; para otras, el primero y el último de su paso por el concurso. El pase a la semifinal en sí es un premio, no sólo por el mero hecho de pasar el corte y estar más cerca de la Gran final, sino también por cantar en el Cervantes.

El teatro Alameda era nuestro rinconcito. Desde que tengo memoria carnavalera hemos pasado allí los mejores años y allí el carnaval de Málaga se hizo grande. Conseguimos el Cervantes para las semifinales y la Gran Final cantando en una cutre carpa, pero ya no me conformo.

No me trago que me digan que el pase al templo de las coplas es un premio y que no estamos a la altura de tenerlo para todo el concurso. Butacas vacías puedes encontrártelas en todos los teatros. No me lo digáis más porque no, no y no, ya no cuela.

Quiero el Cervantes para todo el concurso, no quiero mediocridades. Voy a gritar esto hasta que lo consigamos, hasta que se me rompa la garganta y tú también te lo creas. El Málaga CF no juega en el anexo aunque esté en segunda división, juega en la Rosaleda aunque no se llene y yo como malaguista y carnavalero quiero jugar todos mis partidos en un escenario de primera, y ese no es otro que el de el Teatro Cervantes.